Barbarian, estrenada este fin de semana en las salas de Cinépolis y Cinemex de nuestro país, es una película de terror emocionante, desconcertante y, tal vez, incluso alucinante, basada en una premisa simple pero efectiva. La película sigue a Tess (Georgina Campbell), quien se encuentra en una nueva ciudad durante unos días para una entrevista de trabajo. Cuando llega a la casa de alquiler que ha reservado para su estancia, descubre que ya hay alguien alojado. El inquilino actual es el amable y apuesto Keith (Bill Skarsgård), quien le dice a Tess que debería pasar la noche ahí y que puede ocupar el dormitorio con una puerta que se cierra con llave. Pero más que una puerta se trata de una especie de umbral que contiene elementos malignos y secretos oscuros dispuestos a cruzar los límites del espacio físico.
Siempre que pensamos en películas de terror, inconscientemente imaginamos cosas como fantasmas, monstruos, vampiros, hombres lobo y zombies. La correlación es lógica, ya que se sabe que las historias de terror han incorporado estos elementos durante siglos. Sin embargo, el verdadero horror siempre se ha reflejado en historias con las que podemos relacionarnos. Uno de estos casos es el horror de estar encerrado en casa por un tiempo indefinido, una experiencia que experimentada al extremo produce una sensación de claustrofobia. Por esa razón proponemos cinco propuestas fílmicas contemporáneas que recuperan la casa no sólo como espacio cotidiano que habitamos, sino como metáfora de lo desconocido, lo incómodo, lo inquietante y lo terrorífico.
‘Come to Daddy’
Come to Daddy narra cómo Norval (Elijah Wood) ha viajado una gran distancia para reunirse con su padre, Gordon (Stephen McHattie), que vive en una casa remota en medio de la nada. Al no haber visto a su padre en mucho tiempo, Norval está nervioso por el tiempo con el hombre, tratando de causar una buena impresión después de años de superar sus propios demonios. Los genuinos intentos del joven por reconciliarse con una parte perdida de su vida alimentan las macabras y perversas intenciones de su padre.
‘The Rental’
El primer largometraje de Dave Franco como director, The Rental, se centra en dos parejas (incluyendo a Dan Stevens y Alison Brie) que alquilan una casa remota cerca del lago para tomar unas vacaciones cortas. Desde el primer momento se percatan de la actitud tosca, grosera y racista de su anfitrión. Durante la noche, se comenten actos de infidelidad que rápidamente se convierten en la menor de las preocupaciones de los vacacionistas cuando descubren una cámara escondida en la ducha que los ha estado vigilando desde su llegada.
‘The Invitation’
El inquietante thriller de Karyn Kusama, La invitación, sigue a la feliz pareja conformada por Will (Logan Marshall-Green) y Kira (Emayatzy Corinealdi) que ha sido invitada a la casa de la exesposa de Will, Eden (Tammy Blanchard), para visitar a viejos amigos y reencontrarse después de una ausencia prolongada. Más tarde nos enteramos de que un pasado trágico abrió una brecha entre Will y Eden, creando un aura de tensión que sigue sin resolverse. Incluso antes de que lleguen a la elegante casa de las colinas de Los Ángeles para la cena, hay una neblina ominosa sobre la noche que no augura nada bueno.
‘The Lodge’
La cabaña siniestra, debut en inglés del dúo austriaco Severin Fiala y Veronika Franz (responsables de la increíble Goodnight Mommy) comienza con esas pequeñas crueldades que significan todo para los involucrados. Una familia se ha hecho añicos: el padre (Richard Armitage) se ha fugado con una mujer más joven (Riley Keough), dejando a su exesposa Laura (Alicia Silverstone) a cargo de sus hijos Pero él quiere que Grace forme parte de sus vidas, y en unas vacaciones de Navidad en una cabaña aislada ubicada en el bosque, solo él, Grace y los niños, es la manera de hacerlo. Excepto que Richard no puede estar ahí, los niños odian a Grace, y ya saben su pequeño y sucio secreto sobre cómo se conocieron exactamente ella y su padre.
‘The Nighthouse’
La casa oscura, dirigida por David Bruckner, sigue a Beth (Rebecca Hall), una maestra que enviudó recientemente después de que su esposo Owen (Evan Jonigkeit) muriera por suicidio. Afligida y tratando de dar sentido a lo que sucedió, la mujer comienza a descubrir que es posible que no haya conocido a su esposo tan bien como pensaba. Su mayor tristeza se ve agravada por el hecho de que puede haber una presencia que la persigue a ella y a la casa del lago que compartió con Owen a medida que las líneas entre la realidad y sus pesadillas comienzan a desvanecerse.