El artículo Imperfectas y formidables: Galadriel, Éowyn y el feminismo involuntario de Tolkien, escrito en 2018 por Rachel Maddox, de la Universidad Estatal de Georgia, señala que el sexismo de J.R.R. Tolkien se vio reflejado en la saga literaria de El señor de los anillos.
En El señor de los anillos: Los anillos de poder, la nueva serie de la franquicia, vemos el ascenso de Sauron, la forja de los nueve anillos, la caída de Númenor y a los orcos dispersos por la Tierra Media. Desarrollada por J.D. Payne y Patrick McKay, la producción presenta personajes como Bronwyn (Nazanin Boniadi), Rey Durin III (Peter Mullan), Alto Rey Gil-galad (Benjamin Walker), Princesa Disa (Sophia Nomvete) y Arondir (Ismael Cruz Cordova).
Maddox señaló en el artículo que la saga, publicada en 1954, no exime el sexismo de Tolkien, sino que lo vuelve parte de la trama literaria. Argumenta que el autor excluyó a las mujeres de su narrativa: "Las Entwives están, inexplicablemente, ausentes, las mujeres poderosas están excluidas de las principales escenas y eventos, y hay más caballos con nombre que las mujeres en toda la trilogía", escribió.
Respecto a personajes femeninos muy populares, como Galadriel y Éowyn, Maddox señaló que son idealizados y estereotipados. Explica que Galadriel parece "casi demasiado delicada para existir, recluyéndose en Lothlórien hasta que Sauron es derrotado, mientras que Éowyn actúa más como una adolescente enamorada que como un guerrera".
Maddox citó algunos escritos del autor, entre ellos una carta a su hijo Michael en la que afirmaba que las mujeres actuaban por instinto, se guiaban por el deseo y eran dominadas por sus emociones. Sin embargo, la escritora aseguró que tanto Galadriel como Éowyn muestran rasgos contrarios a su condición unidimensional y estereotipada, ya que encarnan ideales feministas a pesar del evidente sexismo de Tolkien.
La escritora agregó que Tolkien era un "sexista amistoso" que, en lugar de despreciar, tergiversaba a las mujeres. Concluyó que haber exaltado los defectos de los personajes femeninos, y no solo sus virtudes, puede abonar a que salgan de los márgenes de su narrativa misógina y que autores sexistas pueden crear representaciones dinámicas de las mujeres a pesar de sus creencias. ¿Qué opinas de esto?