Con el estreno de Lightyear supimos cómo luciría nuestro comandante espacial favorito si fuera una persona y nadie mejor que Chris Evans para darle vida. Si bien, la cinta no es exactamente un live action, sí nos presenta al personaje que inspiró la figura de acción de Buzz Lightyear, pero ¿se han preguntado cómo serían los juguetes de Andy si fueran de carne y hueso?
Gracias a la inteligencia artificial, el artista Hidreley Diao ha recreado el aspecto que tendrían nuestros juguetes favoritos y probablemente Andy lo pensaría dos veces para jugar con ellos. A continuación te presentamos algunos de ellos.
Woody
Hasta en su versión humana, el comisario conserva su peinado perfecto y la sonrisa burlesca. Aunque no vemos la imagen completa, podemos suponer que sería alguien muy alto y extremadamente delgado, pero vaya, aún así no podemos imaginarlo sin su camisa de cuadros, sus pantalones vaqueros y su sombrero.
Jessie, la vaquerita
Aunque Jessie tuvo un pasado bastante trágico nos dió una de las mejores canciones de Pixar y nos demostró ser uno de los personajes más valientes y risueños, por lo que no podía faltar su gran sonrisa ni el cabello pelirrojo. De hecho, esta última es una de las características más icónicas de la vaquerita, por ello hay quienes consideran que Sadie Sink sería ideal para interpretarla en un live action, ¿les gustaría?
Señor cara de papa
El señor cara de papa es probablemente uno de los juguetes más extravagantes que tiene Andy, porque no solo es capaz de guardar todo tipo de cosas dentro de él, también puede transformarse en casi cualquier cosa, hasta en una tortilla. Sin embargo, su versión humana no es tan divertida y si existiera un live action, Steve Harvey sería perfecto para interpretarlo ¿o ustedes que dicen?
El viejo capataz
El viejo capataz es probablemente uno de nuestros personajes menos preferidos, por ello no nos sorprende que nadie lo haya comprado luego de salir en el famoso show ‘El rodeo de Woody’. Y aunque el Oloroso Pete se esfuerza por verse como una persona buena y bondadosa, la verdad es que ni su versión humana nos convence.