La casa del dragón, la exitosa precuela de Game of Thrones, es protagonizada por Milly Alcock y Emily Carey, quienes interpretan las versiones jóvenes de Rhaenyra Targaryen y Alicent Hightower, respectivamente. Ambas actrices contaron con asistentes que secaban sus axilas entre tomas y esto fue lo que dijo Alcock al respecto.
Basada en Fuego y sangre (2018), de George R.R. Martin, la serie se sitúa 200 años antes de los eventos de la saga literaria Canción de hielo y fuego. Protagonizada, además, por Paddy Considine, Emma D'Arcy, Olivia Cooke y Matt Smith, se centra en la unificación del continente, la creación del Trono de Hierro y el ascenso de la Casa Targaryen al poder, el único linaje sobreviviente de la maldición de Valyria.
Alcock, quien debutó en la pantalla chica en la serie de 2014 Wonderland, mencionó en una entrevista con The Hollywood Reporter que, tanto en GOT como La casa del dragón, usan iluminación de fuente; es decir, cada escena intenta emular la iluminación que tiene una fuente visible en el mundo de la producción, como la luz del solor, de la luna y de las antorchas.
"Debido a que no hay electricidad en este mundo, todo está iluminado por fuego. Entonces, toda la iluminación que ves en el programa tenía personas que venían y prendían fuego, y el set se calentaba increíblemente", comentó la protagonista de Upright (2013).
Me ponía muy sudorosa y me paraba así [extiende los brazos] con dos chicas con secadores de cabello. Así que todo fue muy glamuroso
La actriz de australiana de 22 años de edad también habló sobre su experiencia en las escenas con los dragones: "Alguien te guía a través de los movimientos para que puedas adelantarte a cómo el dragón iba a girar. Te levantan y te echan aire. Fue divertido, pero no sabía qué hacer con mi cara. No he hecho nada de acción".