Peleando por mi vida aborda uno de los capítulos más oscuros de la humanidad: el holocausto que se vivió en los campos de concentración de Auschwitz por parte de la Alemania nazi en contra de judíos en toda Europa. A pesar de los horrores que trajo aquel genocidio, se cuenta con registro de diversos sobrevivientes, entre ellos Harry Haft, quien fue interpretado por Ben Foster en la nueva película de Barry Levinson (Cuando los hermanos se encuentran), misma en la que podemos ver una dramática transformación física del protagonista.
Esta cinta biográfica presenta la vida de Harry Haft, un hombre polaco que sufrió las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, donde tuvo que boxear contra sus compañeros de celda, en muchas ocasiones ha muerte, para mantenerse con vida. Además mantenía el recuerdo un viejo amor de infancia como su principal motor de esperanza para intentar sobreponerse a este infierno.
En la actualidad estamos acostumbrados al uso (a veces excesivo) del CGI (efectos especiales generados por computadora) para resolver un sinfín de situaciones dentro de una película. Esto bien pudo ser la respuesta para cambiar el aspecto del actor de El castigador, Warcraft: El origen y Hostiles: Violencia americana, sin embargo, en ningún momento aceptó esta propuesta debido a que consideró no sería honorable rendir homenaje tanto a Harry Haft como a los sobrevivientes de Auschwitz, dijo Foster a The Wrap.
Creo que dije: 'si así es como lo vamos a hacer, creo que tienes al actor equivocado'.
Debido a que la película se desarrolla en dos periodos de tiempo distintos: primero en los campos de concentración nazi y luego en Estados Unidos, Ben Foster logró convencer a Barry Levinson para darle tiempo suficiente para bajar poco más de 28 kilos, dejándolo con un cuerpo que revelaba sus huesos.
"Todos hemos visto fotos de los que han sobrevivido en los campos, hemos visto imágenes documentales, pero si realmente examinas, si pasas tiempo con ellos, sentí que como teníamos tiempo, necesitaba perder el peso por mí mismo".
La preparación del también actor de Galveston y Con amor, Antosha, lo llevó a investigar sobre el holocausto y escuchar testimonios con el fin de llevar su actuación lo más cercano a los sentimientos que tuvo el pueblo judío en aquellos años.
Escuché horas y horas de testimonios de sobrevivientes, y cada historia es profundamente desgarradora.
Y agregó: "Había una continuidad que escuché en algunos de ellos donde hablaban de la esperanza. La esperanza de que un ser querido todavía estuviera vivo. Y que la pizca de posibilidad de que ese ser querido todavía estuviera vivo, que pudieran volver a ver a ese ser querido, les dio suficiente energía cuando estaban agotados de todo. Les dio una energía interior para sobrevivir un día más. Y eso es tan hermoso. Así es como Harry sobrevivió".
Sin embargo, la transformación física de Foster no fue un camino sencillo de recorrer, incluso recordó que, inconscientemente, recurría a su refrigerador para mordisquear cualquier cosa que estuviera a su alcance por el hambre extrema que sentía: "Al principio, cuando comenzaba a decaer y entrenaba para boxear, no lo recordaba, pero mi esposa abría el refrigerador por la mañana y se sostenía un bloque de queso que solo tenía marcas de dientes".
Supongo que acababa de despertarme con hambre e inconscientemente me dirigí al refrigerador y comí como un animal.
Una vez que la producción que también cuenta con las actuaciones de Billy Magnussen, Vicky Krieps, Peter Sarsgaard, Danny DeVito y John Leguizamo, Ben Foster tuvo que subir de peso nuevamente para contar la siguiente parte de la historia. En este proceso ganó 22.6 kilos, dejando claro que su transformación física fue más allá de un simple gusto actoral, de acuerdo con el actor, todo estuvo relacionado a la memoria de Harry Haft y las personas que vivieron de cerca el holocausto nazi.
No olvides que Peleando por mi vida, ya se encuentra disponible en cines de México.