Estamos a nada de ver el primer episodio de House of the Dragon, la precuela de Game of Thrones también supervisada por George R.R. Martin, que se ubica 200 años antes de los hechos de la serie original. Para ser más específicos, 172 años del nacimiento de Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) y el renacimiento de los dragones, que se creían extintos luego de la guerra civil entre los integrantes de esta familia donde el incesto es la forma de mantener la sangre lo más pura posible.
El rey Viserys (Paddy Considine), según el libro Fuego y sangre, en el que está basada esta serie, ha elegido a su hija Rhaenyra (Emma D'arcy) como heredera al Trono de hierro de Rocadragón, el hogar de los Targaryen, muy por encima de su hermano Daemon (Matt Smith), quien ejerce con hierro puro la justicia en City Watch. Martin lo describe como un hombre fuerte, esbelto; célebre guerrero, osado y despiadado.
A menudo, en Desembarco del Rey, junto con las capas doradas, el cuerpo de vigilancia que dirige le cortaba las manos a los carteristas y castraba a alos violadores de forma pública. "Más que un poco peligroso", describe Martin. Durante su visita a la CDMX, hace un par de semanas, para promover la serie, SensaCine México platicó con Smith y Fabien Frankel, Ser Criston Cole; respecto a la naturaleza de Daemon, su valentía, violencia y lo ejemplar que pueden ser sus métodos para un mundo real lleno de malhechores y abusivos.
Su respuesta adelanta un poco la. naturaleza de esta precuela: "Desmemebrar a la gente es un castigo muy duro. Creo que la moral de Daemon es muy cambiante. Él cree hacer lo correcto, que la gente lo merece y les enseña algo. Pero lo hace de forma muy violenta. Ya saben, debe entender dónde empieza y cómo van acabar de acuerdo con sus acciones", reflexionó. Esta serie, fiel a su origen, tendrá escena bastante fuertes hablando de sexo y violencia.
Con eso fue suficiente para entender que House of the Dragon preserva las acciones más bárbaras descritas en el documento de Martin con ayuda de escribanos como el maestre Runciter y sus sucesores; y Champiñón el bufón de la corte, que vio todo de primera mano al ser sirviente y materia de entretenimiento para el rey Viserys y toda la familia Targaryen.
Fuego y sangre dice algo muy cierto: un Targaryen decide su naturaleza con un volado. Una cara, grandeza; la otra, locura. Daemon tiró el suyo y su destino estará rodeado de muerte y destrucción. Smith, por su parte, también tiró su destino al azar. "Pero siento que, en la primera temporada, la moneda de Daemon no ha caído. Locura. Grandeza...y sigue de esa forma, en vortex, porque nunca sabes lo que obtendrás con él. Si cae de un lado o del otro, te podría cortar la cabeza o pedirte que te cases con él", finiquitó.