Tras la muerte de Olivia Newton-John a causa del cáncer de mama que sufría desde 1992, diversos aspectos de su vida privada y profesional de la compañera de John Travolta, Jeff Conaway y Stockard Channing en Vaselina, han comenzado a surgir. Hace poco una de sus sobrinas reveló que los últimos días de la cantante de "Physical" la transformaron por completo; ahora es momento de recordar la vez que uno de sus exparejas fingió su muerte y, de la nada, reapareció en playas de México.
Se trata de Patrick McDermott, quien era un camarógrafo de profesión y con el que Olivia Newton-John mantuvo una relación sentimental por nueve años. Era habitual ver a este par posar frente a las cámaras, pero todo cambió en 2005, cuando McDermott decidió salir a una expedición de pesca con sus amigos en San Pedro, California, pero cuando la embarcación volvió, él ya no estaba con ellos.
La noticia impactó a la actriz de Xanadú y Glee, pues de los 22 tripulantes que iban a bordo, ninguno presenció la desaparición de Patrick McDermott. Las investigaciones comenzaron de inmediato, pero jamás arrojaron una respuesta alentadora dado que no hubo rastro alguno de su cuerpo. En 2008, fue declarado muerto oficialmente.
Sin embargo, la desaparición comenzó a levantar rumores, pues se demostró que McDermott tenía una montaña de deudas por pagar y de paso, no había pagado la pensión por manutención de su hijo, Chance. Esta serie de planteamientos ya hacían creer que su desaparición había sido todo un invento.
Las cosas tomaron un nuevo rumbo en noviembre de 2017, cuando un investigador privado siguió un rastro digital que a la postre lo llevó a descubrir lo impensable: Patrick McDermott no estaba muerto y fue captado en fotografías junto a una mujer alemana en la playa de Sayulita en México. Esto confirmó que había engañado a la estrella de The Very Excellent Mr. Dundee y Dionne Warwick: Don't Make Me Over.
A pesar de este engaño, Olivia Newton-John superó el trago amargo, vendió la casa en la que vivió con Patrick McDermott y con el tiempo, se casó con John Easterling, con quien pasó el resto de su vida. Fue así como México formó parte, indirectamente, de uno de los capítulos más dolorosos en la vida de la cantante y actriz de origen australiano.