Hace un mes, Netflix apenas nos dejó ver poquito de la estética de su próxima película biográfica Blonde, la vida de Marilyn Monroe, pero hasta hoy por la mañana soltó dos minutos donde vemos a la cubana Ana de Armas siendo un espejo de la rubia explosiva y ya nos dieron ganas de que llegue el 28 de septiembre para ver qué trabajos de maquillaje hicieron, los ademanes, el movimiento; el contexto que Andrew Dominik reconstruyó de las décadas de 1940 y 1950.
Esta cinta está basada en la novela de Joyce Carol Oates que lleva el mismo nombre, Blonde, una de las ficciones biográficas más extensas de todas, de 700 páginas, que contará la traumante infancia de Norma Jeane, por su nombre real, su ascenso a convertirse en la mejor actriz de Hollywood, explotación, adicciones, machismo, entre muchas otras cosas. Básicamente una historia similar a la que Baz Luhrmann cuenta de Elvis Presley con Austin Butler.
Su trágica vida romántica, junto con la sobrecarga de trabajo y fama, es detonante de sus cambios de humor, temperamento, el consumo de fármacos, etc, situación desencadenada por sus relaciones con el beisbolista Joe DiMaggio (Bobby Cannavale) y el teatrero Arthur Miller (Adrien Brody). La plataforma nos dejó ver que serán aspectos que serán abordados en esta película que, como Pinocho de Guillermo del Toro, le ha tomado más de una década de realización.
Otro de los grandes aciertos de Dominik es la representación de las fotos más icónicas de la diva de Hollywood, que sólo fue posible gracias a la elección de la coestrella de The Gray Man para encarnar a la fallecida actriz. Trabajó un año para poder erradicar su acento y adoptar en el de Marilyn, una chica de la costa oeste dulce, delicada, introvertida, cuyas canciones enamoraron a milles de hombres en Estados Unidos.
"Deseaba con todas mis fuerzas que una cubana interpretara a Marilyn Monroe. Tú ves es esa famosa foto sonriendo pero no sabes lo que esconde detrás ni lo que estaba pasando en esos momentos", le dijo a Vanity Fair. Carol Oates ya vio un primer corte y alabó el trabajo de adaptación de su novela. A nostros también nos pareció acertada la recreación de la foto de la sonrisa, el momento frente al espejo y la sesión de fotos donde su vestido se eleva por el pasar de un tren subterráneo.