Elvis se ha colocado entre las películas más populares en la cartelera de México con más de 76 millones de pesos mexicanos recaudados luego de dos semanas de exhibición. Esta biopic trajo de vuelta al Rey del rock and roll de la mano de Austin Butler, quien recientemente confesó que Baz Luhrmann, director de la cinta, lo presionó a tal grado que terminó llorando fuera de los sets.
Nadie dijo que ser una estrella de Hollywood sería cosa fácil, esto mismo lo aprendió el actor de Había una vez... en Hollywood y próximamente Dune 2. En entrevista con Vman, Austin Butler recordó cómo fue uno de los días más difíciles en el rodaje de Elvis.
"Hizo que todos los ejecutivos y todos los de RCA [el estudio de grabación de Nashville], que estaban en las oficinas, entraran en el estudio y les dijo: 'Quiero que se sienten frente a Austin…' y dijo que me abuchearan".
Cuando filmamos el momento en el que Elvis sale por primera vez al escenario y es abucheado por el público, supe lo que se siente.
La presión que recayó en los hombros del compañero de Tom Hanks, Olivia DeJonge, Helen Thomson y Dacre Montgomery, fue más allá de los sets de grabación y las cámaras de cine, pues reveló que al término de aquel día tuvo que desahogarse tras la presión que sintió por parte de su director.
Me fui a casa llorando esa noche. Realmente lo hice.
Esto nos hace recordar las recomendaciones que el propio Leonardo DiCaprio le dio a Austin Butler antes de comenzar el rodaje de Elvis, ya que el ganador del Oscar cuenta con gran experiencia al haber trabajado con Baz Luhrmann en películas como Romeo y Julieta y El gran Gatsby.
"Leo me dijo: 'Baz te va a desequilibrar constantemente y va a sacar de ti cosas que no sabías que tenías dentro' Esa es exactamente la experiencia que tuve", reconoció Butler en entrevista con Entertainment Weekly.
Si aún no has visto la película o bien, quieres darle un repaso -en especial a la escena en la que Austin Butler lloró-, aquí podrás encontrar tus boletos. Así no tienes pretexto alguno, no todos los días un protagonista reconoce que trabajó al borde del llanto debido a su director.