Luego del éxito que tuvo Dragon Ball Super: Superhéroe, un grupo de apasionados fans de Dragon Ball Z crearon una increíble producción que muestra una nueva transformación de Kakaroto, algo que hasta la fecha ningún estudio se ha atrevido a realizar en formato live-action. Esperemos que esta sea la primera piedrita de esta nueva era para que esto suceda.
El cortometraje se llama Legend: A Dragon Ball Tale, animado por Naseer Pasha, un fanático como todos nosotros que sólo quiso rendir tributo al manga y anime que lo hizo soñar en la década de los 90. Todo transcurre en el famoso torneo de las artes marciales donde Milk enfrenta al futuro padre de sus hijos y le reclama haber olvidado el compromiso que le hizo en la montaña Paoz, cuando juntos apagaron el gran volcán ayudaron a Ox Satán a mantener la paz en su pueblo.
Entonces llega Broly, el legendario super saiyajin con necesidad de extinguir a todos sus similares para demostrar su superioridad. Goku ha caído, Milk también. Una cápsula arriba y emerge Vegeta argumentando haber seguido a Broly para por fin poner fin a su sufrimiento, así arranca una pelea más violenta que la vista en Dragon Ball Super: Broly, la pasada cinta del anime Dragon Ball Super. El padre de Trunks se presenta como el Rey de los Saiyajin, no el príncipe.
Después de cortarle el brazo a Broly, su ira le genera el monstruoso poder que siempre ha tenido y lo pone contra el cuadrilátero. Milk, inocentemente, le tira un derechazo y él le rompe el brazo. Así detona la rabia de Goku, la misma mirada, posición, todo el enojo irradiado después de ver cómo Freezer (Gerardo Reyero) hizo explotar en mil pedazos a Krilin (Eduardo Garza) en el planeta Namekusei se trasladó a este filme independiente y así mostró la transformación del rey mono.
Una total joya porque, como sabrán, Toriyama se inspiró en la leyenda del Rey Mono para hacer esta historia. Todo culmina con una fusión entre Goku y Vegeta para derrotar con un Kamehameha a Broly. Y parafraseando al rapero porta con su rap del anime, así volvemos a confirmar que "Dragon Ball Z es arte". Y no estamos exagerando, la animación tradicional en 2D, la calidad, todo lo realizado por Naseer es de primer nivel.
"La pandemia nos permitió juntar el presupuesto y el tiempo para hacer esto posible, porque todo el equipo amamos Dragon Ball Z. Denle todo el amor a este filme, porque, quién sabe, quizá el siguiente nos tome cuatro años", explica Nasser. Por favor no, síguenos emocionando con tu amor por este anime. Hablando de Live action no podemos dejar de recordar el trabajo del francés Yohan Faure, Dragon Ball Z: The Fall of Men, centrado en Trunks contra Cell.