Si se quedaron enganchados con el final de Jurassic World: Dominio, la última entrega del director Colin Trevorrow, Apple TV+ sigue con la euforia del jurásico y cretácico por medio de la serie documental Planeta prehistórico, ya dispible en su plataforma, producida por el mismísimo director de Iron Man, intérprete de Happy Hogan en la saga Spider-Man de Tom Holland, conocido de cualquiera que se diga ser fan del universo cinematográfico de Marvel, Jon Favreau.
Cinco episodios, con música de Hans Zimmer, otro aliciente más para entrarle, que intentan reconstruir los hábitats de los dinosaurios hace 66 millones de años, su comportamiento, migraciones, instinto y una apariencia más cercana a lo que hemos visto en Jurassic Park y Jurassic World por más de casi tres décadas de ser lo más cercano a imaginar a estas especies.
Todo a través de la voz del legendario narrador de vida silvestre para la BBC, David Attenborough, hermano de Richard Attenborough, quien fuera John Hammond, creador del parque jurásico, en la primera entrega de Steven Spielberg. Los capítulos muestran la vida prehistórica en las costas y oceanos, desiertos, climas húmedos, bosques y ecosistemas gélidos. Así es, los dinosaurios también aprendieron a adaptarse a la nieve tal cual lo muestra Trevorrow en Dominio.
"Todas las apariencias de dinosaurios fueron diseñadas con base en las investigaciones y últimos descubrimientos paleontológicos".
Expuso Favreau durante una conferencia virtual para presentar el concepto. Una de las bases para introducir a una mayoría de terópodos (tiranosaurios rex, carnotauros, velocirraptores, corythoraptores); y bestias acuáticas como el mosasaurio fue porque ellos, los depredadores, dictaban el ritmo de vida y evolución en los periodos que dominaron, de acuerdo con las investigaciones. Razón por la cual, quizá, Spielberg y Trevorrow se obsesionaron mucho con los carnívoros.
"Estamos muy arraigados al miedo que sentimos al ver a este tipo de animales con dientes, colmillos, garras. Realmente, como seres humanos también depredadores, no teníamos la mínima posibilidad ni en cooperación, cuando somos más fuertes, contra todos ellos", agregó. Entonces la coexistencia que sugiere Jurassic World: Dominio es producto de la imaginación, de la fantasía y la famosa pregunta qué hubiera pasado si ambos compartiéramos tiempo. Lo visto en pantalla es muy rosa, en realidad viviríamos en tiempos de terror.
"Nuestras pesadillas están construidas con base en las mismas cosas que forman nuestra historia y de lo mismo que provoca que, por ejemplo, Guillermo del Toro desarrolle criaturas de fantasía", añadió Favreau.
Herbívoros como el dreadnoaughtus, triceratops, barsboldia y el deinocheirus también fueron magníficas criaturas, sin embargo, el hecho de no comer carne no los exentaba de ser posibles aniquiladores del ser humano. ¡Pesaban toneladas! No queremos imaginar de lo que hubiera sido capaz el tericinosaurio, la bestía más consentida con las enormes garras en Dominio. Por algo Claire (Bryce Dallas Howard) se escabulló en un pequeño lago pantanoso.