Tom Cruise quiso que todos los actores que interpretaron a pilotos en Top Gun: Maverick conocieran la sensación de volar en uno de los aviones de combate y la renta de los Super Hornets F/A-18 costaron 11 mil dólares la hora a la producción de la película.
Así como lo hizo en Top Gun: Pasión y gloria, estrenada hace 36 años, Cruise quiso volar nuevamente para las escenas aéreas de la nueva entrega de la exitosa franquicia. Sin embargo, el Pentágono solo permite que personal militar controle los equipos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, como mencionó el jefe de la oficina de medios de entretenimiento del Pentágono, Glen Roberts.
A pesar de ello, los actores pudieron viajar detrás de los pilotos después de completar el entrenamiento requerido sobre cómo salir disparados de los aviones en caso de emergencia y sobre cómo sobrevivir en el mar. Roberts dijo en una entrevista para Bloomberg News que la Armada permitió que en la película se usaran aviones, portaaviones y bases militares, aunque Maverick sea sobre los pilotos de Top Gun.
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Roberts añadió que una película no tiene que ser "una carta de amor a los militares" para que el Pentágono acceda a coolaborar, pero sí necesita defender la integridad de ellos. Los cineastas deben contar con la financiación y distribución necesarias para su película y también deben enviar su guion para que lo revisen los militares.
El Pentágono puede solicitar cambios si no está de acuerdo con alguna parte del guion, pero Roberts dijo que no sabía de ninguno para Maverick, dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Monica Barbaro, Val Kilmer, Glen Powell, Jon Hamm y Ed Harris.
