Top Gun: Maverick es la continuación directa de la película que puso de moda los lentes de sol en forma de gota, las chamarras de cuero y las escenas subidas de tono en pantalla grande: Top Gun: Pasión y gloria. Fue en 1986 que el cineasta Tony Scott y un muy joven Tom Cruise se embarcaban en la aventura de sus vidas, que pasaría a la historia como uno de los blockbusters más entretenidos de los 80.
Traer de vuelta a semejante monstruo de la industria del entretenimiento no fue nada sencillo y, obviamente, requería de reunir no sólo una buena historia que le hiciera justicia a la que conocimos en el 86, también era necesario un elenco que levantara el guion y ahí fue donde comenzó la riña por el papel del hijo del fallecido Goose (Anthony Edwards) entre Miles Teller, Nicholas Hoult y Glen Powell.
Desde el principio de la producción se dejaron en claro dos cosas: Top Gun: Maverick tenía prohibido mirar demasiado al pasado (necesitaban una historia independiente) y Val Kilmer debía estar presente en el set de filmación junto a Tom Cruise. La segunda de las cláusulas se resolvió de manera relativamente sencilla, según explicó la hija del propio Kilmer.
Ahora, en cuanto a las miradas al pasado se utilizaron dos señuelos narrativos: Penny Benjamin, quien ya había aparecido en Top Gun: Pasión y gloria, y Bradley Bradshaw, el hijo del mejor amigo de Pete Maverick. Dicho segundo personaje estuvo en pelea desde 2020 y no eran pocos los medios que le apostaban a Miles Teller (la estrella de Whiplash: Música y obsesión) para el papel.
En febrero de 2020, The Hollywood Reporter y otros medios de comunicación internacionales informaban que las pruebas de química tenían lugar en la casa de Tom Cruise, en Florida. De hecho, Glen Powell, Mile Teller y Nicholas Hoult habían llegado hasta la privacidad de Cruise por haber sacado de la lista a nombres como Austin Butler (Elvis) y Dylan O’Brien (All Too Well).
Al final, Miles Teller demostró tener lo necesario para interpretar al hijo del querido Goose, y si bien Glen Powell fracasó en el intento por hacerse con el rol, Cruise estaba tan impresionado con el trabajo de Powell que lo llamó para convertirse en Hangman en Top Gun: Maverick.
Miles Teller se volvió internacionalmente conocido tras haber protagonizado Whiplash: Música y obsesión, la película de Damien Chazelle (Babylon) sobre el estrés y la presión a la que se ve sometido un baterista en una icónica banda de jazz. El actor, de ahora 35 años de edad, expresó en entrevista para Sensacine México que "para la gente que ni siquiera está familiarizada con la primera, verán esta película y tendrán una respuesta similar [a lo que provocó Top Gun en 1986]. Es una película especial".
Recuerda que Top Gun: Maverick ya está disponible en todos los cines de México y, de preferencia, te recomendamos verla en IMAX para disfrutar como se debe de la secuela que nos vuelve a demostrar que los aviones, las chamarras de cuero, los lentes oscuros y "Take My Breath Away" son las cosas más cool del mundo de los blockbusters.