Estoy de acuerdo, el que no arriesga no gana. Pero la película de zombies (sí, zombies) que inauguró la edición 75 del Festival de Cannes, Coupez!, se perderá en las memorias del Boulevard de la Croisette pues, aunque agitada y atrevida, es un remake que no necesitábamos pero consumimos. ¿Te suena?
Nos despedimos de los cubrebocas y nos volvimos a ver las caras en el Palacio de Festivales mientras la audiencia soltaba un par de carcajadas con este remake de la comedia de zombies japonesa, Zombis, Cámara, Acción, que en 2017 se convirtió en un fenómeno tras arrancar con una desastrosa primera parte (por no decir incómoda) para luego realizar una relectura o explicación de la primera. Cine dentro del cine.
Dirigir una buena película que celebra las malas películas sin duda era la intención del director ganador del Oscar por El artista, Michel Hazanavicius. Pero el resultado fue… ¿otra mala película? Es irónico porque no está en tela de juicio la fidelidad de este filme con el material original, de hecho, hasta los personajes mantienen sus nombres japoneses. Y aunque ambas mantienen la toma ininterrumpida inicial de 30 minutos en donde se desarrolla una película de zombies de bajo presupuesto, los momentos accidentados demoran mucho en llegar.
Hazanavicius tarda en explicar su fórmula cómica de burlarse de las películas que define como "rápidas, decentes y baratas". Y si no estás familiarizado con la versión japonesa, la "realidad" de la historia comienza a desmoronarse como la piel de un zombie.
Coupez! retrata a un agitado director que está decidido a obtener interpretaciones creíbles de sus actores, incluso si tiene que matarlos en el proceso. Él quiere gritos y persecuciones en una película de terror que atrape a la audiencia, incluso si su presupuesto es una basura. Sin embargo, aunque se mantiene fiel a la sensacional comedia de Shin'ichirō Ueda, este remake francés carece del mismo pulso.
Zombis, Cámara, Acción es una sublime comedia que retrata la locura de hacer una película de terror basura sobre personas que son atacadas por zombies, mientras hacen una película de terror basura sobre personas que son atacadas por zombies. El loop es infinito. Pero en un mundo, en donde las películas rápidas, decentes y baratas recaudan hasta mil veces su presupuesto, Coupez! nada más no logra igualar esta sublime comedia y demuestra que replicar una fórmula no es garantía de audacia.
Repito, las carcajadas se escuchaban, pero eso no significa que Final Cut sea divertida. La película provoca lo que el director tanto critica: darle a la gente lo que quiere sin importar su falta de calidad. Sí, es agitada y atrevida, pero no me arriesgaría a catalogarla como una comedia aterrizada y bien construida.
El director de The Artist ha construido una lucrativa carrera, pero esta producción despierta dudas: ¿realmente era necesaria? Pero bueno, tampoco no nos sorprende si tomamos en cuenta que el cine atraviesa una bizarra época de remakes. Con Coupez! no se vale irritarse porque, a final de cuentas, cada uno decide con qué bizarro remake perder el tiempo.
