Grey's Anatomy, serie que ha corrido por 18 temporadas, tiene algunos de los mejores plot twist dentro de la televisión norteamericana. Sin embargo, nadie les preparó para la revelación más enfermiza que escala hasta la vida real: una de sus principales guionistas ha sido señalada por ser mentirosa compulsiva y fingió tener cáncer para conseguir trabajo, de acuerdo a una investigación de Vanity Fair.
Elisabeth Finch ha escrito en total 13 episodios de la serie que toma lugar en el Grey Sloan Memorial Hospital, algunos de ellos son Breathe Again, Anybody have a map?, Silent all these years, entre otros. Lo que todos ellos tienen en común es que desarrollan el arco de Catherine Fox, la uróloga que es diagnosticada con el mismo tipo de cáncer que, supuestamente, Elisabeth había superado en la vida real.
Pero ¿cómo llegó Finch a Grey's Anatomy? La guionista, que ya había escrito para The Vampire Diaries, relató su batalla con el cáncer en un texto de la revista Elle; el artículo tenía toda la esencia de una potencial historia en la producción comandada por Shonda Rhimes.
Fue entonces que un miembro del equió de trabajo de la propia Shonda le enseño la pieza escrita, y la legendaria productora decidió encontrarse con la tal Elisabeth Finch, que había mostrado potencial para unirse al equipo dramático. Pronto, Finch tenía el trabajo de sus sueños y la serie sería el medio por el cual contara su historia contra un muy extraño cáncer de huesos.
Finch se ganó el cariño de quien la rodeaba, obteniendo trato especial por su situación y a veces se tomaba descansos sin avisar a nadie de la producción, alegando ausentarse por sesiones de quimioterapias. De acuerdo a la investigación de Vanity Fair, que se facilitó gracias a las confesiones de la expareja de Finch, la guionista sí tuvo cáncer, no obstante, continúo mintiendo sobre su estado de salud porque le gustaba la manera en que la trataban sus compañeros.
El artículo cita a Jennifer Beyer, la expareja de Finch, quien aseguró que la historia de Jo Wilson había sido escrita por Finch con base en las experiencias de violencia que ella había atravesado antes de conocer a la guionista de Grey's Anatomy.
Lo que ocurrió fue que Elisabeth Finch terminó inventando dos vidas: una ante sus compañeros de Grey's Anatomy, a quienes podía hacer llorar en el cuarto de escritores con sus historias sobre violencia sexual por parte de su hermano, el trauma de perder a su mejor amigo en un ataque terrorista, entre otras cosas devastadoras. Por otro lado, a Beyer le mintió hasta en su nombre, dijo que se llamaba Jo Finch (exacto, como el personaje que se inventó en la serie de Ellen Pompeo) y jamás mencionó que tuvo cáncer de huesos.
Además, el artículo de Vanity Fair asegura que Elisabeth Finch presumía por doquier que, por las consecuencias de su enfermedad y las quimioterapias, su muy buena amiga Anna Paquin, a quien conoció en el set de True Blood, le había donado un riñón. Lo anterior aún no ha sido desmentido, pero la actriz de X-Men no se ha pronunciado en el caso.
Hace unos meses, antes de que la investigación saliera a la luz, Elisabeth Finch anunció de abandonaba el programa de Grey's Anatomy para concentrarse en su salud mental y física. Hoy sabemos que su partida se debió a la investigación que la propia Shondaland, compañía productora de Shonda Rhimes, había comenzado sobre su exempleada.
Grey's Anatomy es una de las series más famosas en la televisión norteamericana, y puedes encontrarla completa en Star Plus.