Megan Fox y Machine Gun Kelly son una de las parejas más populares de Hollywood, constantemente se roban los reflectores al estar involucrados en peleas, proponerse matrimonio e incluso asegurar que BTS podrían actuar en su propia boda. Aunque en esta ocasión la protagonista de blockbusters como Transformers y Las tortugas Ninja, explicó la razón por la que beben su propia sangre.
Esto surgió durante una entrevista con Glamour, donde Megan finalmente abordó esta parte de su intimidad como pareja con el famoso rapero Machine Gun Kelly. "Supongo que beber la sangre de los demás podría confundir a la gente", confesó Fox, quien incluso mencionó que la gente podría pensar que su práctica se asemeja las escenas de Game of Thrones cuando beben vino, lo cual no es así.
O como si nos estuvieran imaginando con copas y estuviéramos en Game of Thrones bebiendo la sangre de los demás.
Y para aclarar el tema, Megan Fox aseguró que "son sólo gotas, pero sí, consumimos la sangre de los demás en ocasiones con fines de rituales". Aunque no específico el origen o el objetivo de los rituales, la pareja sí consume sangre de manera ocasional.
Y agregó: "Se hace por una razón y se controla, es como: ‘Vamos a derramar unas gotas de sangre y cada uno las bebe’. Él es mucho más casual, agitado y caótico". Incluso compartió que estos rituales no tienen nada que ver con momentos intensos donde se cortan mutuamente con el fin de derramar sangre, aunque reconoce que han tenido momentos en los que deciden tomar algunos riesgos controlados "eso ha sucedido muchas veces".
No es la primera vez que Megan Fox aborda el tema de la sangre. A principios de enero, la pareja se comprometió y fue en redes sociales donde la protagonista tocó el tema, aunque en ese momento no estaba del todo claro a qué se refería: "Y como en todas las vidas anteriores a ésta, y como en todas las que le seguirán, dije que sí… Y luego bebimos la sangre del otro".
Por el momento no se conocen más detalles sobre los rituales a los que se refiere Megan Fox, pero ya es un tema que reconoce públicamente y del que, probablemente, sigamos escuchando en un futuro.