Hay sentimientos encontrados con Gellert Grindelwald en Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore, porque el director David Yates tuvo que aceptar la "renuncia" de Johnny Depp al personaje y de inmediato poner manos a la obra para buscar su reemplazo. El elegido fue Mads Mikkelsen ¿y saben una cosa? Su actuación es impecable, como siempre, y nos hace disfrutar la película sin pensar en la estrella de Piratas del caribe.
Perdón, y nada contra Depp, pero desde un principio hubieran pensando en Mikkelsen para este personaje antagónico. Desde el primer momento, en su conversación con Albus Dumbledore (Jude Law), impone la tensión que un villano desarrolla en el séptimo arte. En este caso, matar a los Qilin recien nacidos para ascender como líder del mundo mágico e iniciar una guerra contra el mundo muggle; manipular a Credence (Ezra Miller) y mantener alejado a Albus gracias a un pacto de sangre que, pese a tener mucho amor de por medio, fue un plan macabro de Gellert.
Sólo un loco le daría el voto de confianza a un tipejo que se atreve a degollar a un pequeño Qilin, ¿no? Entonces llamenle así a Mikkelsen, que en la conferencia de prensa global para presentar la cinta, ya en carteleras, tuvo un momento extraordinario junto a la moderadora. Ella, muy amable, le preguntó cómo le venía integrarse al mundo mágico en un papel oscuro y con la fama de "siempre interpretar a villanos memorables en el cine". Él, muy tranquilo, intervino de forma magistral.
“Son personajes incomprendidos. Un actor nunca empieza una película diciendo 'seré el malo de esta historia', dino descubriendo cuál es la misión, el objetivo y por qué (Grindelwald) quiere hacer del mundo un lugar mejor bajo sus propios métodos"
Bravísimo. Con esta respuesta justificamos que él tuvo que ser el elegido. No por nada sus películas siempre son garantía, basta con recordar la memorable Una ronda más, de Thomas Vinterberg, que llevó al danés a contender por un Oscar en 2021. Mikkelsen tuvo muchas escenas junto a Miller y le echó muchas porras al asegurar que se la pasó riendo en los cortes debido a la irreverencia del actor que está en problemas por sus arrestos en Hawaii e historial de situaciones violentas.
"Ellos ya habían hecho un par de películas y yo recién me integré, y me adoptaron. Lo que sucedió fue que Jude y yo entablamos algunas conversaciones para construir esta relación. (Albus y Gellert) empezaron con un objetivo en común, como adultos jóvenes o niños grandes, y después sus conceptos difirieron. Es todo", resumió el conflicto entre ambos magos y, de esta forma, justificó mucho más su animadversión a calificar frívolamente de villano a Grindelwald. ¡Nunca te vayas Mads!