El hombre del norte, la nueva película de Robert Eggers, recrea la historia de Amleth (Alexander Skarsgård), un príncipe vikingo dispuesto a abrirse prematuramente las puertas de Valholl con tal de asesinar a su tio Fjölnir (Claes Bang) y consumar la venganza de su padre el rey Hordenvill (Ethan Hawke), decapitado por su hermano al regreso de una incursión a tierras desconocidas. El tercer filme del director de La bruja y El faro ya lo puedes ver en tu cine favorito.
Te vamos a explicar qué pasa al final de la cinta. Así que si no la has visto, abandonar ahora es la decisión más sabia que tomarás o te arruinarás una de las mejores experiencias cinematográficas del año, tan penetrante que los mismos Alfonso Cuarón y Edgar Wright, amigos del realizador, alabaron lo visto en las proyecciones a los que fueron invitados para hacer una crítica que sirvieran para armar el corte definitivo. Spoiler alert: sólo hubo aplausos para las casi dos horas y media de salvajismo.
Los que no están familiarizados con la historia de los pueblos nórdicos dirán, 'meh, qué churro chutarse todo el proceso para que Amleth acabara muerto'. ¡Pues no es ninguna pérdida de tiempo! Los pueblos paganos consideraban la muerte sólo un paso para continuar su camino en algunos de los paraisos que los dioses les tenían reservados.
Por ejemplo, al morir Amleth cumple con el mayor de los honores de un guerrero vikingo: ser transportado a Valholl con ayuda de una Valkyria y su caballo, lo cual indicaba que eran dignos de servir directamente al dios Odin en este salón de los caídos ubicado en Asgard. La otra mitad, mayormente mujeres, tenían su espacio al lado de la diosa Freya, en Fòlkvangr. Gracias a esta creencia jamás le tuvieron miedo a la muerte en combate y atravesado por una hoja enemiga.
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Las causas de muerte determinaban el paraiso al que las almas paganas viajarían, en este caso, sólo hablamos de Valholl al ser el deceso de un guerrero. Ahora, de acuerdo con los relatos documentados por el escritor medieval Saxo Grammaticus, de los más longevos, Amleth sí obtuvo venganza de su tío en Jutland, Dinamarca, lo ejecutó, y nunca existió una chica llamada Olga (Anya Taylor-Joy) que llevara a su descendiente. Lo que sucedió fue que su padrastro le envió una mujer bella para descurbrir si realmente lo quería asesinar.
En cambio, Amleth se casó con la princesa de Inglaterra y la de Escocia, con ambas regresó a Jutland y fue ejecutado por la espada del rey Wiglek. Como pueden ver, Eggers habría tomado algunas libertades creativas y fusionando la versión de Grammaticus con el poema islandés Ambale's Saga.
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Hamlet, de William Shakespeare, es el drama inspirado en la leyenda de Amleth y parece ser la fuente de inspiración para el personaje de Taylor-Joy, específicamente Ophelia, la amada de Hamlet que terminá hundida en la locura y muere ahogada. Sin embargo, en ningún relato hay indicios de algún heredero de Amleth como lo sugiere esta nueva cinta.
Lo interesante de los vikingos fue que sus sociedades fueron un círculo de venganza. Los herederos siempre eran educados para vengar a sus progenitores, generalmente asesinados en los intentos por tomar los tronos. Si Olga sobrevive y no se ahoga en su expedición, posiblemente criaría a sus hijos para honrar la memoria de su padre con sangre de algún otro reino. El hombre del norte carga con una narrativa que sólo puede ser desmenuzada con libros de historia escritos en los lugares de origen.
