Stephen Norrington fue el primer director en adaptar a Blade El cazavampiros a la pantalla grande. Eligió a Wesley Snipes como su destazador y lo hizo fenomenal. Coreografías, muertes, acción, la cinta era un agasajo para cualquier fanático de Marvel y del personaje. Desafortunadamente el cineasta abandonó el proyecto por motivos que se desconocen y la estafeta le fue entregada al mexicano Guillermo del Toro, encargado de Blade 2.
Al final de la primera cinta, lanzada en 1998, Blade viaja a Rusia para hacerse cargo de un vampiro que está por asesinar a una víctima y dan a entender que la secuela transcurriría en Europa. Sin embargo, el plan original era distinto: Blade y la Dra. Karen Jenson charlaban en una azotea y ésta le advertía al cazador que, a lo lejos, una extraña presencia los observaba. Él voltea para ver que un extraño hombre, con una gabardina negra, los acechaba. Era Michael Morbius (Norrington), adelantando su villanía en la secuela.
Norrington prescindió de su propia escena, pero la incluyó en el DVD tras su culminar su ciclo en cines. Se desconocen las razones por las cuales la eliminó. Quizá buscaba más suspenso, no embonaba con el resto de la cinta, que parece lo más lógico, es mucho más emocionante la aparición en Moscú; sorprender en la continuación, los derechos del personaje los tenía Sony o simplemente tuvo problemas que le hicieron tomar la decisión de mejor involucrarse en La liga extraordinaria, con Sean Connery.
David S. Goyer, guionista de Blade, dijo que Guillermo del Toro llegó con ideas originales y prescindió de inmediato de Morbius. Creó a los Reapers, criaturas mejoradas genéticamente por la ambición de Eli Damaskinos, un antiguo vampiro obsesionado con dejar una raza mejorada para el futuro y entrar en la leyenda de los chupasangres más importantes en la historia. Quizá el mexicano también fue advertido sobre la dificultad de acceder a los derechos de morbius y prefirió inyectarle su estilo.
Lo más raro fue que Norrington, tras el fracaso de La liga extraordinaria se desvaneció de la industria. Stephen Dorff, amigo y actor en Blade, compartió en 2018 que estaba haciendo una película con modelos miniatura en la comodidad de su casa. También se dijo que regresaría para dirigir The Lost Patrol, de Legendary Pictures, pero el proyecto parece atascado desde hace una década.