Como era de suponerse, el episodio de la cachetada a Chris Rock no fue un evento único del temperamento de Will Smith, uno de sus excompañeros en la película biográfica del excampeón de los pesos completos Muhammad Ali, Ali, lo denunció por mal comportamiento durante el tiempo que filmaron juntos bajo las órdenes del director Michael Mann y la también presencia de Jada Pinkett Smith.
Era cuestión de tiempo para que estos episodios aislados encontraran salida, uniéndose a la cancelación de la cuarta película de Bad Boys, el proyecto que tenía con Netflix, Fast and Loose; y su renuncia a la Academia, una jugada bastante audaz de parte de su equipo de relaciones públicas, pues hubiera sido un poco más humillante que la asamblea votara su despido y lo dieran a conocer en sus distintos canales en redes sociales.
El actor mexicano que recientemente denunció los abusos de Smith fue Paul Rodriguez, de 67 años, quien le contó al portal sensacionalista The Sun cómo sus llamados al rodaje fueron un total infierno. El estadunidense de ascendencia mexicana dio vida a Fernando Pacheco, el fisicoterapeuta del fallecido pugilista y la primera persona en detectar el daño cerebral y hepático del verdugo de George Foreman. Es decir, ambos actores compartieron esquina durante buena parte de la historia.
"Lo de Chris Rock fue sólo una cachetada, yo me tragué abuso verbal todos los días que trabajamos en el set. Y a veces las heridas emocionales son más profundas que las físicas".
Bac Films
El originario de Culiacán, Sinaloa, quien emigró a California desde muy chico, llevaba una década encasillado en papeles donde daba vida a compatriotas latinos o inmigrantes en cintas como Cocodrilo Dundee en Los Ángeles, Un millón para Juan, Prince of Glory, entre otros. Ali fue la primera película en la que tenía un papel menos cliché y encasillado en los burdos estereotipos que los estadunidenses y su industria tenían sobre nuestra comunidad.
"Se suponía que iba a ser un trapolín en mi carrera, pero terminó siendo una pesadilla repugnante debido a todos los insultos que recibí de Will Smith. Con todos era muy amable, excepto conmigo. Éramos cono Jekyll y Hyde", dijo el mexicano. Él cree que Smith estaba enojado porque ese papel lo quería para Danny Garcia, un actor y productor neoyorquino también con ascendencia hispana.
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El diario reporta que Paul no soportó tanto abuso y lo insultó llamándolo "nigger" (negro de mierda). La policía se lo llevó ese día del set. Al día siguiente Will le reprochó cada movimiento en escena, desde no saber atar unos guantes hasta criticarle sus diálogos. Cada mañana compartían silla de maquillaje y él le aplicó la ley del hielo. También sus compañeros de reparto, influenciados por el protagonistas. Al punto de que nadie le avisó que Nelson Mandela los había invitado a cenar durante su rodaje en África.
"(Se acercó y me dijo): 'tienes que tener cuidado. Estás en África y no hay mexicanos por aquí'. Si esa no es una amenaza, entonces no sé qué es". Las cosas jamás mejoraron y después de seis meses regresó a casa avergonzado y cuando se estrenó el filme descubrió que varias de sus escenas fueron suprimidad y su presencia fue casi la de un simple extra. The Sun reporta que los representantes de Smith no tuvieron ningún comentario.
