Leonardo DiCaprio es probablemente la celebridad más popular de Hollywood; ¿quién en su vida jamás le ha llorado a Jack de Titanic? Aunque su aprobación entre la audiencia era bastante alta, la Academia le negó el Oscar en más de una ocasión: ¿A quién ama Gilbert Grape? (1994), El aviador (2005), Diamante de sangre (2007), El lobo de Wall Street (2014). Pero fue hasta 2016 con El renacido, de Alejandro González Iñárritu, que se hizo con la codiciada estatuilla.
Lo más impresionante no fue la complicada victoria del actor, sino que el gobierno de Estados Unidos decidió quitarle su Oscar. Pero, tranquilos, no corramos antes de poder caminar: la estatuilla que el le arrebataron a Leo DiCaprio, fiel defensor de la vaquita marina, no fue precisamente el que ganó por El renacido, sino el de... Marlon Brando.
10 películas que arruinaron las carreras de sus protagonistas para siempreResulta que al término de las grabaciones de El lobo de Wall Street, de Martin Scorsese, los productores de la cinta decidieron regalarle a DiCaprio el Oscar que había pertenecido a Marlon Brando, pero que se negó a recoger en la ceremonia de 1952.
Red Granite Pictures fue la productora detrás de El lobo de Wall Street y hasta ahí todo lucía bien. No obstante, el Departamento de Justicia Estadounidense comenzó a investigar a Red Granite Pictures, pues existía la sospecha de que uno de los fundadores, Riza Aziz, le ayudó a su padrastro y primer ministro de Malasia a robar 4 mil 500 millones de dólares del país, fondos que iban a ser destinados a un proyecto político del país.
Las autoridades procedieron a quitarle a DiCaprio el Oscar de Marlon Brando, aunque él no fue culpado de ningún delito, pues se estipuló que le actor no estaba enterado del delito de Aziz y Red Granite Pictures, casa productora que también llevó a la pantalla grande películas como Papillon, Horns, Tonto y retonto 2, entre otras. Se afirmó que con los millones de dólares robados también se habían adquirido yates, joyas e incluso un cuadro original de Picasso.
El escándolo fue tan grande que hasta DiCaprio salió embarrado, pero afortunadamente pudo salir ileso del malentendido y la malversación de fondos. En 2017 el actor obtuvo su primer y preciado Oscar por El renacido y el mal trago fue olvidado. Posteriormente, fue nominado a la categoría de Mejor actor por Érase una vez... en Hollywood, aunque no resultó ganador.
