El género cinematográfico del Western ha servido para dos cosas: contar las primeras historias del cine de Estados Unidos y reforzar el arquetipo del vaquero que define por excelencia lo masculino. "En las películas, podían ser fuertes [los vaqueros], viajeros independientes que elegían la libertad de lo desconocido antes que el confinamiento doméstico", escribió Laura Venning para BBC Culture. Jane Campion vino a desafiar todas las ideas anteriores con El poder del perro.
Las nominaciones al Oscar de 2022 nos dieron varias sorpresas, entre ellas la de Kristen Stewart en la terna de Mejor actriz por Spencer, siendo la primera mujer abiertamente queer en lograrlo. Sin embargo, El poder del perro se alzó como una de las más nombradas en diversas cateogrías de los Premios de la Academia. ¿Por qué?
Además de la majestuosidad con que representa el daño irreparable de la masculinidad tóxica en la vida privada, El poder del perro supone el primer anti-western que hemos visto, si no en la historia del cine, sí después del estreno de First Cow (2019), de Kelly Reichardt, producción situada en el Noroeste de 1820.
Ella es Kristen Stewart, la primera mujer abiertamente queer en ser nominada al OscarJane Campion, a quien ya conocíamos por haber dirigido El piano, no se guardó nada a la hora de poner en marcha la perfect revenge movie. Pulverizó el clásico contexto de superioridad de los vaqueros para introducir personajes en el extremo opuesto: un vaquero homosexual, un hombre enamorado de una viuda traumatizada por la violencia machista y un adolescente al que la sociedad tiladaría de afeminado.
La crítica alabó a la película de Campion, especialmente por la extraordinaria fotografía a cargo de Ari Wegner, quien se convirtió en la segunda cinefotógrafa nominada a los Premios Oscar este 2022. No obstante, un detractor de Jane Campion y El poder del perro se hizo notar hace un par de semanas: Sam Elliot, popular actor y figura del western junto a otros como Clint Eastwood.
Elliot llamó a la película original de Netflix un "pedazo de mierda" con "todas esas aluciones a la homosexualidad". Al parecer, el actor no podía concebir que Phil Burbank (Benedict Cumberbatch) fuera un vaquero gay. Durante su aparición en el pódcast WTF with Marc Maron, sentenció que Campion arruinó el género, señaló que los vaqueros de la cinta parecían "bailarines de Chippendale" y cuestionó lo que podía saber la directora sobre el Western si ella era de Nueva Zelanda.
Sam Elliot, quien apareció también en Nace una estrella con Lady Gaga y Bradley Cooper, fue inmediatamente cancelado por sus comentarios. El reparto de El poder del perro se mostró más que amable con el desubicado histrión: Benedict Cumberbatch dijo que personas como Elliot aún existen en el mundo, pero reconoce la importancia de hablar sobre las raíces de la masculinidad tóxica para cambiar el futuro de las nuevas generaciones; Kodi Smit-McPhee dijo que sólo puede desearle "buena suerte".
La reacción de Sam Elliot es normal cuando una persona siente que acaban con los cimientos de la sociedad en la que vivió, pero de ninguna manera debe normalizarse. Como él, hay miles de humanos cuestionando los avances en la narrativa del séptimo arte; ahí tenemos a los que se quejan porque Sirenita debería ser siempre blanca o porque Rachel Zegler será Blanca Nieves. Lo vivimos día a día en redes sociales, dentro de un mundo globalizado y cada vez más hiriente.
'El poder del perro' rompió un récord en las nominaciones del Oscar 2022 del que no se está hablandoLa buena noticia es que a Jane Campion le da exactamente igual lo que los detractores piensen de El poder del perro, la película es una de las favoritas en la temporada de premios y uno de los títulos que está cambiando la narrativa para bien.