Con frecuencia vemos a las estrellas de cine y televisión en gigantescos espectaculares sobre avenidas concurridas, sonriendo en selfies que rápidamente se viralizan en redes sociales y asistiendo a glamurosos eventos socialité. Sin embargo, no todo suele ser perfecto, no debemos olvidar que siguen siendo personas y, en algún momento de su vida, han tenido que enfrentar toda clase de retos del mismo modo que lo hizo Mauricio Ochmann, quien se ha convertido en uno de los actores más reconocidos de su generación y actualmente puedes verlo en ¡Qué despadre! junto a Fiona Palomo y Sandra Echeverría.
Hace poco el también protagonista de cintas como Ahí te encargo, ¿Y cómo es él? y Te juro que yo no fui a conversar con Yordi Rosado a través de su canal de Youtube, conocido por sostener extensas conversaciones con celebridades de distintos ámbitos. Fue aquí donde, entre tantos temas personales, decidió sincerarse respecto a su infancia y cómo la vida con su familia adoptiva no fue precisamente un lindo recuerdo.
"Nací en Washington, ahí me dieron en adopción. Mi mamá biológica tenía 15 años. El dato que tengo es que ella era norteamericana y mi padre biológico tenía 16 y era español. La historia que más o menos sé, es que ella se fue de viaje, tuvo un romance de verano y regresó embarazada. De ella ponen como rasgos físicos: de pelo negro y tez blanca, era muy artista, le gustaba pintar y escribir, de él no hay referencias físicas", mencionó el actor.
'¡Qué despadre!': Mauricio Ochmann aclara por qué se divorció de Aislinn DerbezFue así como el matrimonio de María y Guillermo, mexicanos, decidieron adoptar al entonces pequeño Mauricio. Sin embargo, tan sólo dos años después decidieron separarse, allí comenzaron los cambios: "Yo me vengo a México, él se queda allá. Después él regresa y me va a ver en algunas ocasiones, mi mamá conoce a mi segundo padre adoptivo, yo tenía como 4 o 5 años cuando Memo me dice que ya no me va a ver. 'Ya no te voy a ver porque tu mamá dice que te hago daño', me dijo".
"Es de los momentos más duros que he vivido, porque para mí era una ilusión cuando él iba a visitarme. Me dolió muchísimo porque no lo vi durante muchísimos años. Me levantó la máscara que tenía, me abrazó muy fuerte y ya de ahí lo tengo bloqueado", aseguró Ochmann.
Su segundo padre adoptivo fue quien le otorgó el apellido Ochmann y, con el tiempo nacieron sus hermanos, aunque su rol en la familia pareciera no estar definido y de acuerdo con el actor, le tocaba tomar responsabilidades que no debía tener como un menor, especialmente con dos padres al frente.
"Cuando empiezan a nacer mis hermanos, hay una dinámica entre mamá y papá que no jalaba, yo tuve que empezar a tomar ciertos roles de cuidarlos. Me acuerdo de algo muy fuerte que sucedió, porque yo los levantaba, los vestía y preparaba para la escuela, una vez uno de ellos estaba enojado se volteó y me dijo 'tú ni eres nuestro hermano, tú no naciste de la panza de mi mamá', pero independientemente de eso, yo los amo, los veo como mi familia".
'¡Qué despadre!': La vez que Mauricio Ochmann fue el mesero de dos estrellas de 'Cobra Kai'El núcleo familiar ya no parecía seguro con momentos de violencia física y emocional que, con el tiempo, comenzaron a generar grietas en la vida de Mauricio Ochmann, motivo por el que decidió volver a una zona segura con Guillermo, su primer padre adoptivo.
"A los 13 años, después de una situación muy violenta que sucedió en la casa, busqué a Memo, mi primer padre adoptivo, porque me acuerdo perfecto que mi mamá me sentó y me dijo 'lo mejor que puedes hacer es irte de esta casa'. Había violencia física, psicológica, de todo".
Esto llevó a Ochmann a tomar una de las decisiones más duras en su vida familiar: romper toda conexión con su familia adoptiva después de años de maltrato, detalle que -por supuesto- jamás ha olvidado. Su elección sigue firme y hasta la fecha no tiene contacto alguno con su madre adoptiva: "No nos hablamos desde hace muchos años. De hecho con la que corté lazos de tajo fue con ella, porque nunca se quiso ayudar, ni atender, ni sanar".
Mauricio Ochmann reveló a Sensacine México que la relación que más atesora es con sus dos hijas, motivo principal por el que decidió tomar el papel de Pedro en ¡Qué despadre!, una película que, precisamente, aborda temas familiares y presenta a través del humor una reflexión sobre el lazo padre-hija.
