Nuestra fascinación por Batman radica en lo humano. Él es uno de nosotros: no tiene superpoderes, se enamora, le rompen el corazón, absorbe el dolor, tiene traumas, depresiones; guarda mucha ira, busca justicia, sabe pelear (cualquiera puede aprender un arte marcial, sólo necesita disciplina). Lo único que nos separa es la grosera fortuna que él posee. Quizá, el murciélago de Robert Pattinson, en The Batman, del director Matt Reeves, sea el espejo donde nos vemos la generación milleniall.
Pero sigue siendo un superhéroe. La ficción le permite elevar su leyenda a niveles épicos, como recuperarse de una lesión en la columna vertebral y derrotar a Superman, cuando éste tiene el poder de quebrantar su humanidad en segundos. En esos momentos, el ingenio lo ha sacado a flote a costa de deshumanizar al hombre detrás de la máscara. Por eso hay escritores que han tenido a bien entrar a su psicología y recordar que es un hombre de carne y hueso.
En The Batman, antes de tener la reunión con la junta coperativa de Wayne Industries, vemos a Bruce bajando por las escaleras de la mansión con la espalda desnuda, mostrando las todavía pocas cicatrices que le han dejado su primer año como vigilante. Una viñeta clásica dentro del universo gráfico del encapotado, popularizada por el mismísimo Alex Ross gracias a su cruda ilustración en la contraportada de la antología "Batman: Black and White".
En esa imagen, Bruce muestra su espalda llena de marcas de batalla y el batitraje como fondo. El dibujante, caracterizado por su realismo, mencionó que su idea provino después de leer el #197 de la serie "The Brave and the Bold", donde Gatúbela ayuda al murciélago a curar las heridas en su espalda, siendo la primera en ver todas esas marcas que ha dejado el combate al crimen.
Me pregunté cuánto más iba a aguantar físicamente, me sorprendí de la misma forma que el primer personaje atestiguando ese mapa de cicatrices. Un recordatorio de que acabarás hecho un desastre después de hacer todas esas cosas.
Explica en un videos disponible en sus redes sociales. La contratapa de "Black and White" también explica su impresión al ver lo vulnerable que puede ser el murciélago y lo despega totalmente de su obra maestra "Kingdom Come", pues fans especularon era arte perdido o descartado de ese épico evento. A lo largo de su historia contra villanos de DC, Alfred (Andy Serkis, en The Batman) ha sido su principal enfermero. Le ha suturado la mayor parte de sus heridas.
Geoff Johns y Jason Fabok, en la enloquecida "Batman: Tres Jokers", dedican seis páginas a una sesión de curación por parte de Alfred al amo Bruce, recordando el origen muchas de sus marcas, desde los cortes por la sombrilla de El Pingüino, los arañazos de Catwoman y el famoso rodillazo de Bane, entre otros encontronazos. "Hay heridas físicas y emocionales que nunca sanan, y el Joker se aprovechará de la situación", dijo el autor para presentar este evento, en 2020.
Christopher Nolan también utilizó esta viñeta en Batman: El caballero de la noche asciende, donde Alfred sutura las heridas y vemos la espalda de Bruce llena de cicatrices y moretones. Lo que vimos en The Batman es sólo el principio del dolor y la interminable lucha contra los malos del ahora apodado Battinson.