Desde el avance, los escépticos le encontraron hasta por donde no elementos para demeritar la encarnación de Robert Pattinson como el Detective Murciélago. Dijeron que el traje es horrible, la máscara, retazos de cuero; su batimóvil un pedazo de chatarra. A estas alturas, a horas del preestreno a público en México, es necesario recodarles que The Batman es, en términos comiqueros, el año dos del encapotado, ahora dirigido por el cineasta Matt Reeves.
Es la vida como vigilante inexperto de un multimillonario huérfano, utilizando su fortuna para hacer el cambio por medio de la justicia. No tiene maldita idea de cómo volar, aterrizar, allanar guaridas; el sigilo no es un dominio total, mucho menos sus instrumentos de combates, entre ellos sus vehículos. Todo, absolutamente todo lo mostrado en el filme es prototipo. Ni Bruce, Selina Kyle (Zoë Kravitz), Jim Gordon (Jeffrey Wright) o El Pingüino (Colin Farrell) son personajes consolidados.
Antes de ir a ver el filme de tres horas, sería bueno que tuvieras todo esto en mente. Y no lo decimos nosotros, sino su realizador y creativo en jefe. "Dista mucho de ser un ser perfecto e innamovible por ser impulsado por el quebratamiento. El mundo es totalmente caótico y estamos buscando y creando un significado que nos parece el adecuado para la vida. Se forja, y así es este personaje", explicó al portal crítico del fallecido Roger Ebert.
'The Batman': El nivel de detalle en la creación de Ciudad Gótica dejó impactado a Andy SerkisDe forma más instrospectiva, Reeves aprovechó el ascenso de Bruce para recordar su yo adolescente en el actuar de Wayne, pues solía esconderse y comunicar mucho detrás de su cámara 8mm. Descrifrando la posibilidad de avanzar a instancias más altas, como ahora, un pilar de la ficción con esta cinta, su saga de El planeta de los simios y la causa migrañas Cloverfield (no dejarán mentir que la primera parte fue un dolor de cabeza verla en cines, en 2008).
Batman es imperfecto: tomar la ley con sus propias manos para intimidar a los criminales es un elemento bastante peligroso. Pero proviene de una herida psicológica muy rota y torturada. No entiende cómo manejarlo, sólo saliendo noche tras noche bajo el evento primitivo (de la violencia).
De alguna forma se vio reflejado en el murciélago: se aferró a hacer cine a su manera y lo logró. ¿Qué quiere decir? Mientras otros cineastas se acomplaron a la fórmula de la acción y comedia ligera para asegurar una sustanciosa taquilla, él recurrió a desentrañar las oscuras perversiones de la mente, a la narración lenta, depresiva y que exige la máxima atención. Para una cinta imperfecta, el resultado es totalmente lo opuesto. The Batman es parte del futuro de DC y desde mañana se puede ver en carteleras.