La nueva sensación del género de horror es El exorcismo, del cineasta Christopher Smith, la ficción que narra los encuentros sobrenaturales vividos en 1939 por el pastor Linus Forster (John Heffernan) y su familia, su esposa Marianne (Jessica Brown Findlay) e hija Adelaide, quienes reciben la ayuda del famoso investigador y ocultista Harry Reed (Sean Harris). Y la puedes encontrar en la cartelera de Cinépolis y Cinemex.
Esta trama, para aquellos que tienen curiosidad, está basada en hechos reales y las investigaciones que realizó durante una década el psíquico Harry Reed, en Borley Rectory, una casa que presumió ser la más tenebrosa y embrujada de toda Inglaterra. Si creen que tiene cierta relación con El conjuro, de James Wan, tiene un punto a favor, sin embargo, también tiene mucha relación con las historias de Jordan Peele, director de ¡Huye! y productor de la nueva Candyman.
Si eres fanático y observador del terror, El exorcismo y Peele tiene mucho en común, y los primeros en detectarlo fueron los propios actores involucrados en la filmación del largometraje. Antes, Smith ha compartido que su interés en realizar esta cinta no fue específicamente la historia del célebre ocultista, sino la ansiedad de toda una comunidad durante la etapa prematura de la Segunda Guerra Mundial.
Y en general estoy más interesado en explorar más el terror psicológico que el de simplemente abordar una historia de una casa embrujada, fantasmas que se vuelven los demonios habitando en lo profundo del ser humano. Lo que realmente nos atormenta.
Explicó en las notas de producción de la distribuidora en México, así que se agarró de esta premisa, además de su inspiración por El resplandor, de Stanley Kubrick, y ubicó a personajes en esta conversación y debate sobre las razas humanas, la supremacía, las minorías, las religiones que detionaron la ira y el racismo de personajes históricos como Adolfo Hitler y Benito Mussolini.
En su superficie, es una película de horror, en el trasfondo, es un análisos del extremismo y el fascismo que alimentó la polarización y determinó las ideologías políticas que hasta hoy predominan en el mundo.
Así lo explica John Lynch, quien da vida al pastor Malachi, encargado de llamar a Reed para sugerirle la investigación de los hechos. Ahora, aquí radica la similitud entre la producción y Peele: suele utilizar sus producciones para denunciar la brutalidad policiaca sobre los negros, la discriminación por la tonalidad de piel y toda clase de diferencias a la que su comunidad es objeto en el mundo contemporáneo.
Ambos cineastas han entendido que el horror es el vehículo y género indicado para concientizar al resto del mundo sobre los miedos y la dura vida a la que deben enfrentar desde que los problemas raciales comenzaron en el gran conflicto bélico. George A. Romero hizo lo propio con sus zombies, específicamente en La noche de los muertos vivientes y parece que toda esa profundidad ha vuelto a inspirar a la nueva generación.