No importa en qué universo, gráfico o cinematográfico, la esencia y legado del Duende Verde (Willem Dafoe) nunca dejarán en paz a Peter Parker (Tom Holland). Y por eso, te contamos las razones por las que Norman Osborn es el principal archienemigo de Spidey, muy por encima de Doctor Octopus (Alfred Molina), Mysterio (Jake Gyllenhaal), Electro (Jamie Foxx) o cualquier integrante de los Seis Siniestros que gusten nombrar. De hecho, Spider-Man: Sin camino a casa fue bastante contundente al respecto.
Empezamos por el actor, o sea, después de la trilogía de Sam Raimi y lo visto en el transcurso de Spider-Man: Sin camino a casa, ¿estamos de acuerdo en que Dafoe es inherente a la psicología de Osborn? La locura en su rostro, su sonrisa cínica (se anda echando un tiro con Joker) y la facilidad de hacer representar el mal en su máxima expresión le provocan a Marvel Studios un reto difícil para el futuro, porque no hay manera de tener a un Goblin a esos niveles, con todo respeto a Dane DeHaan, en El sorprendente Hombre Araña, pero su caracterización y el guión no le favorecieron nada.
Causó diferencias entre sus creadores
Debutó en The Amazing Spider-Man #14, en 1964, como El Duende Verde y mostró su verdadera identidad hasta el #37, en 1966. Fue creado por Stan Lee y Steve Ditko, padres de Spider-Man, dupla divorciada por culpa del mismo Goblin. Stan lo vio como un demonio, Ditko, un supervillano humano, cuya premisa supuestamente radicó en ese dicho de "nunca terminas de conocer a la gente". Nunca se pusieron de acuerdo y, aún así, Norman Osborn terminó siendo más naturaleza concebida por Steve que por Stan.
Ditko dibujó el #38 de la mencionada serie y cedió los lápices a John Romita Sr. Desde su concepción, este ser trasladó su villanía a la vida de los artistas. Cabe mencionar que en Spider-Man: Sin camino a casa, hay dos grafittis con el apellido del dibujante a manera de tributo.
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Inteligente y manipulador
Como saben, Osborn creció en una familia de un padre agresivo y alcohólico. Se refugió en la ciencia y confundó Oscorp industrias, donde puso en marcha experimentos a través de sus habilidades como ingeniero químico, el suero del duende uno de ellos, que accidentalmente le explota en la cara y le otorga inteligencia, fuerza, bipolaridad, locura e impulsos asesinos. Cabe señalar que para llegar a este suero, Osborn traiciona a su amigo el Dr. Mendel Stromm, principal creador de la fórmula.
El trastorno de personalidad le permite a Osborn jugar con sus víctimas y engañarlas. Ya lo vieron en la película de Jon Watts, Norman le hace creer a Peter Parker que se prestará a contrarrestar los efectos del suero y termina traicionándolo, golpeándolo y matando a la tía May (Marisa Tomei).
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Posee peligroso arsenal
Su inteligencia le permitió crear armas peligrosas para eliminar definitivamente a sus enemigos, Spider-Man en primer lugar. Al ser experto en electrónica y mecánica, Osborn construyó un deslizador que le permitiera volar, disparar cohetes, balas, esparcir humo, lanzar granadas y rebanar cualquier cosa con un par de cuchillas, que fueron su perdición en El Hombre Araña, de Raimi y Tobey Maguire. En su saco carga con granadas de fragmentación (las famosas pumpkin bombs) y gases que le quitan a Peter su sentido arácnido temporalmente (ghost bombs).
Asesino por naturaleza
Ha rebasado los límites de la ciencia y de su propio físico para matar a Spider-Man o asesinar a sus seres queridos. No sólo la tía May ha sido víctima, el propio Spider-Man ha tenido que sacrificarse para matarlo, en Ultimate Spider-Man. También es el culpable de la muerte de Gwen Stacy (Emma Stone), al tirarla del famoso edificio; Ben Reilly (Scarlet Spider), el clon de Parker; y a Flash Thompson (Tony Revolori), durante su transformación en el Red Goblin, la simbiosis entre su bipolaridad y Carnage (Woody Harrelson en el universo Spider-Man de Sony), entre otros.
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Líder e influencia para otros Goblin
Antes de morir, Osborn funda la Nación Goblin para cumplir con su cometido de matar a Spider-Man. Tras su desaparición, su lugar es tomado por otros líderes. Además, el Hobgoblin, que presuntamente tendría que ser el futuro de Ned Leeds (Jacob Batalon), asumió una identidad parecida a la de la cara criminal de Osborn por mera inspiración, convirtiéndose en la segunda persona más obsesionada con exterminar a la araña.
