Era 1989 y el mundo recibía con los brazos abiertos a Cazafantasmas II, cinta que se realizó con 37 millones de dólares y logró recaudar en taquilla internacional 215 millones; una clara muestra de la popularidad que gozaba la saga dirigida por Ivan Reitman. Pero esta secuela fue muy distinta a su antecesora, al menos en cuanto a historias entrañables se trata, ya que sus hijos no sólo visitaban los sets de rodaje, ¡también tuvieron algunos cameos!
Comenzaremos con el propio Jason Reitman, quien tomó las riendas de la franquicia y, 30 años más tarde, se encargó de dirigir Ghostbusters: El legado para continuar la tradición familiar. Fue precisamente en la secuela de finales de los años 80 donde interpretó un pequeño papel, cuyo crédito es "El chico de Brownstone".
En entrevista con Vanity Fair, Ivan y Jason Reitman recordaron cómo vivieron ese rodaje, incluso el hijo le preguntó a su padre si, en aquel entonces, era seguro tener la visita de muchos niños a la vez. "Los sets a veces pueden sentirse como lugares peligrosos y a veces se sienten como patios de recreo. Yo creo que esto se sentía más como un parque infantil, porque era un gran espacio abierto", respondió el director de Los cazafantasmas.
Quiero decir, no creo que fuera seguro estar bajo las lámparas cuando las estrellamos contra la mesa, pero la mayor parte del tiempo lo era.
Incluso el veterano cineasta, de 75 años, recordó que, en algunas ocasiones, se ponía celoso con el resto de los actores y miembros de la producción, ya que su hijo, Jason, prefería ver cómo trabaja el resto del equipo de producción en lugar de su padre. "Lo que siempre bromeaba es que me molestaba que nunca dedicara tiempo a ver lo que yo hacía".
'Ghostbusters: El legado' y los secretos para la creación de los monstruos en 1984 cuando no existía el CGISe interesaba más por todos los demás miembros del equipo e iba de un departamento a otro. Recuerdo que le pedí varias veces que mirara por el visor de la cámara, para ver la toma que estábamos planeando.
Aunque esto mismo llevó a Jason a revelar que fue precisamente este momento, y el trabajo de su padre, lo que lo inspiró para convertirse en cineasta. "Cuando era niño, todo lo que quería era vivir en el set de una película, sentía que era el lugar más mágico en la Tierra, porque es el lugar donde se hacen los sueños", compartió el director de The Front Runner, en entrevista con Sensacine México.
Siempre quería faltar a la escuela y hacer cine.
Por otra parte, la hermana menor de Jason, Catherine, también tuvo momentos fantasmagóricos en el set de Cazafantasmas II, donde interpretó en a una niña que forma parte de los estudios psicológicos que lleva a cabo Egon Spengler (Harold Ramis). Incluso, Ivan bromeó asegurando que "fue muy divertido ver a Egon torturándola como parte del experimento".
Es así como Jason y Catherine, hijos de Ivan Reitman, tuvieron participación en la secuela de 1989. Y como dato curioso, el tercer hijo de los Reitman, Caroline, también visitó el set, aunque era demasiado pequeña para participar en la cinta, ya que recientemente la habían adoptado y todo el tiempo era cargada entre brazos. Es así como la franquicia de Los Cazafantasmas podría ser considerada como un legado familiar, detalle que pocos pueden decir a través de la historia de Hollywood.