La representación de Ben Richards en la piel de Arnold Schwarzenegger, para la película El fugitivo, puede que difiera completamente de lo escrito por Stephen King en su novela The Running Man, y el mismo escritor ha manifestado que no se parece en nada al hombre descrito en sus páginas. Pero hay una escena en particular, dentro de su filmografía, que siempre es usada como parte ejemplar de la carrera el ex 'Governator', aquella donde está amarrado a la esfera que lo acredita como convicto.
Edgar Wright, quien actualmente promueve El Misterio de Soho, un thriller sobrenatural y psicológico, acabará el ciclo de esta película y, de inmediato, empezará a producir una adaptación más apegada al libro antes mencionado y lo hará junto al guionista Michael Bacall, la otra mitad que hizo posible la alucinante versión cinematográfica del cómic de Bryan Lee O'Malley, Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños.
De acuerdo con el portal Deadline, el proyecto es prioridad para Paramount Pictures, o sea que el presupuesto que dispondrá el cineasta puede que sea bastante jugoso, todo para rendir honores a una de las novelas favoritas de su autor, quien la publicó en 1982 como el último de los 'libros de Bachman', nombrados así porque, durante un periodo, firmó sus autorías bajo el nombre de Robert Bachman. El proyecto tiene presupuestado estrenar en 2023.
La novela se sitúa en 2025 y pone la mira en el desempleado Ben Richards, humillado por su falta de oportunidad para volver a laborar y ver a su esposa prostituirse para comprar medicamentos de su hija enferma. Desesperado, Ben corre a apuntarse como participante de un programa de juegos mortales, auspiciado por el gobierno. El ganador se lleva 100 dólares por cada hora que sobreviva y mil millones si vive para contarlo 30 días después.
Como podrán leer, King fue el pionero en el género survival de sus páginas, no El juego del calamar. La exitosa serie sólo sacó del nicho underground al género conocido por los fans de la literatura, el cine japonés, el manga y el anime. Y lo masificó para todos los suscriptores de Netflix, pero estamos hablando de una novela de 1982 la cual, tres años antes, debutó la idea a través de The long walk, donde un grupo de corredores necesita mantener el ritmo de su marcha o son ejecutados.
Los problemas de El Fugitivo (como se llamó la película, en México) fueron quitarle la crueldad y la miseria a Ben Richards y justificar su participación en este jueguito por ser prisionero de un crímen que no cometió. Y si quiere salir libre, necesita salir vivo de la horda de cazadores enviados a asesinarlos a los diferentes escenarios que pisa. Seguramente King, al ver el nombre de Wright bajo el mando de la adaptación, saltó de felicidad. Pero habrá que ver su opinión, en redes sociales, sobre El misterio de Soho, ya en carteleras.