La nueva película de Edgar Wright, El Misterio de Soho, carece del ácido humor al que nos acostumbró con la famosa 'Trilogía del cornetto', conformada por la nunca igualada El desesperar de los muertos (alabada sea por el resto de los días con todo y Simon Pegg y Nick Frost), Hot Fuzz: Súper Policías y Una Noche en el Fin del Mundo. Ésta rebosa de leyendas, mitos, fantasmas, crímenes, violencia psicológica y física, como si Sherlock Holmes, Suspiria y Carrie se fusionaran para crear algún tipo de engendro.
Eloise (Thomasin McKenzie) es aceptada en una prestigiosa escuela de moda en Londres y emprende el camino a una de las ciudades más cosmopolitas de todas; lleva consigo una maleta con vinilos favoritos y un singular don, puede ver el espíritu de su madre muerta. Una vez en la capital británica, en sus sueños, viaja de regreso en el tiempo para ser testigo del ascenso de la hermosa Sandie (Anya Taylor-Joy), una chica que sueña con ser cantante en la capital del entretenimiento.
A partir de aquí les advertimos que, si no quieren spoilearse la cinta, mejor vayan al cine y regresan. Nos quedamos con Sandie, ¿verdad? Demasiado tarde, se da cuenta que el maldito mánager y promotor que prometió hacerla una estrella, Jack (Matt Smith), es realmente un sucio embustero, padrote y capo de la prostitución que la ofrece y vende a más de cien viejos que abusan sexualmente de ella, hasta el día que decide degollar, apuñalar y ver cómo cada uno de sus violadores se desangran frente a sus ojos y en su cama.
'Last Night in Soho': Anya Taylor-Joy protagoniza inquietante tráiler de la película ovacionada en Biennale 2021¡Dulce venganza! La prostituta brutaliza a sus victimarios sin piedad alguna y nos regala una escena dantesca para pensar sobre cómo Wright, el también adaptador de Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños, reimaginó el mito de Jack el Destripador desde la presencia de un elegante, bien parecido y discreto tratante de blancas. Casi la misma descripción de los confusos retratos y escasos registros del célebre asesino convertido en mito, tras sus brutales asesinatos en 1888. Sólo le faltó el bigote y la capa.
El personaje utilizó el encanto para seducir a Sandie; y El Destripador utilizaba el mismo recurso para engañar a sus víctimas. Sus feminicidios fueron conocidos como 'Las cinco canónicas' y dirigidos contra desfavorecidas y trabajadoras sexuales. Investigaciones decían que detestaba a las prostitutas por ser hijo de una, versión que retomará el anime Record of Ragnarok en su segunda temporada que debutará en 2022 con el pleito entre el Destripador y Hércules, por mencionar un ejemplo.
El degüello fue lo cotidiano para dejarlas sin vida; la extirpación del útero, el corazón y algunos otros órganos, su espantosa rúbrica. Jamás lo atraparon y, 133 años después, aquí estamos hablando de su mito. Edgar Wright ha comentado que Londres ha sido hogar de varios asesinos seriales, no sólo de Jack, pero es innegable la influencia de la carniceria de Whitechapel en todos estas historias, además, ¿una prostituta ensañándose con sus victimarios y el proxeneta Jack?
¡Bravo! Blandió el cuchillo sobre sus asquerosos violadores, manchó su cama, su ropa, sus sueños, terminó odiando a los hombres, albergando un centenar de almas en el limbo de su habitación y desapareciendo sus cuerpos. A Edgar sólo le faltó viscerializar un poco más sus escenas slasher y estaríamos hablando mucho más certeros sobre el ¿Qué hubiera pasado si una prostituta matara a Jack El Destripador? Algo similar al MCU con What if...?, pero más violento. La anécdota ahí está y todo parecido con la leyenda es pura coincidencia.