La fama no siempre viene acompañada de glamurosos vestidos, reconocimiento y tu rostro en enormes espectaculares. A veces, los límites se rompen y las adicciones llegan. Esto lo vivió Jamie Lee Curtis, estrella de Halloween Kills, quien reconoció haberse hecho adicta al vicodina durante más de 10 años tras una cirugía plástica mal llevada. Todo cambió en febrero de 1999, cuando tuvo una experiencia que le hizo reconocer que sus problemas la llevarían a la muerte.
En una íntima conversación con Variety realizada en noviembre de 2019, la actriz nominada al Emmy se sinceró y reconoció con lágrimas entre los ojos que estuvo a punto de perderlo todo debido a su adicción. "Estaba en un matrimonio estable, escribiendo libros para niños que eran un éxito de ventas. Yo estaba recibiendo más y más trabajo, la fama, la atención y la adulación que recibí hicieron que mi adicción empeorara", declaró.
Llevaba más de diez años con una adicción secreta a la vicodina.
También conocida como hidrocodona, la vicodina es un opioide que se obtiene de la codeína. Sus principales funciones médicas son de un poderoso analgésico vía oral, incluso puede ser comparado con la morfina; el grave problema es que llega a ser un narcótico que genera dependencia si no es recetado y controlado por un especialista.
En la misma conversación, la protagonista de títulos como Un viernes de locos y Entre navajas y secretos, reveló que en diciembre de 1998, tuvo un momento revelador, justo cuando se encontraba preparando la cena navideña en compañía de su familia y una curandera brasileña que había pasado algunos días en su casa.
'Halloween Kills': Paul Rudd rechazó un papel en la nueva película de Michael Myers"Yo estaba en mi cocina con un bolsillo lleno de vicodina, tenía un vaso de vino en el mostrador algo así como la hora del cóctel y me tomé cinco pastillas, tomó un sorbo de vino y desde detrás de mí escuché: 'Sabes Jamie, te veo, te veo con tus pequeñas píldoras y crees que eres tan fabulosa y tan grande, pero la verdad es que eres una mujer que está muerta'. Esa fue la primera gran sorpresa al darme cuenta de que alguien vio que no era un secreto", mencionó la actriz.
Pero fue en febrero de 1999 cuando encontró un artículo en la revista Esquire, donde el escritor, Tom Chiarello, confesaba su adicción a la vicodina. Esto llevó a la intérprete a reconocerse en aquella historia, decidiendo buscar ayuda profesional en un centro de recuperación, aunque esto la confrontara con el hecho de ser una reconocida actriz de Hollywood y su lucha contra el qué dirán.
Me aterrorizaba ser una figura pública y entrar en centros de recuperación.
Con el tiempo y el constante apoyo de su familia y amigos pudo salir adelante y plantarse firme ante una adicción que mantuvo en secreto durante 10 años. "La parte hermosa es ser capaz de reconocer tu propia enfermedad; llamarse a sí mismo un alcohólico o un drogadicto es una insignia de honor porque el secreto, el secreto vergonzoso es la razón de una enfermedad tan omnipresente en nuestra industria, en cada estrato socioeconómico y en todos los países del mundo."
Es la vergüenza que mantiene a la gente encerrada en su enfermedad.
Por último reconoció que la lucha jamás cesa y, aunque sus años más oscuros ahora forman parte de su pasado, está constantemente lidiando con la enfermedad. "Estoy en recuperación, no estoy bien recuperada, pero estoy trabajando en ello", concluyó Jamie Lee Curtis. Entre los proyectos listos de la actriz que tendrán un estreno próximo se encuentra Borderlands, cinta basada en el popular videojuego del mismo nombre donde comparte escenas con Haley Bennett, Cate Blanchett, Jack Black, Kevin Hart y Edgar Ramírez.
