Halloween es una película misógina, o al menos eso dijeron críticos como Robin Wood y Jonathan Rosenbaum luego del exitoso estreno de la franquicia. Citando a Rosenbaum, Halloween era una "Película Snuff Simulada Convencional" (PSSC). Una película snuff es aquella producción pornográfica en la que un asesinato real es grabado. Si no sabían de la existencia de este tipo de género cinematográfico (si es que se le puede llamar así a tal atrocidad), nada más hay que echarle un vistazo a cientos de carpetas de investigación de cualquier policía local o hasta casos que ha manejado el FBI en Estados Unidos.
Para Rosenbaum, la creación de John Carpenter era una PSSC que, aunque nunca trataba de asesinatos reales, sí los recreaba para el mainstream. "Halloween sigue este ritual con devoto rigor, por lo que la víctima adolescente en 1963 es apuñalada justo después de hacer el amor con su novio", escribió el crítico.
De acuerdo al crítico, no era una casualidad que Laurie Strode, interpretada por Jamie Lee Curtis, fuera la única sobreviviente en la masacre de Michael Myers con una característica que salta a la vista desde los primeros minutos de Halloween: es la única mujer que no ha tenido un despertar sexual --ni está cerca de tenerlo-- en el filme. En otras palabras, Laurie es la única "virgen" en las primeras dos películas de la saga.
A pesar de que el tema ha sido abordado (y satanizado) una y otra vez, Curtis no omite dicho contexto de su personaje, al contrario, en la más reciente entrevista que ofreció para Sensacine México destacó el poder que tuvo tal narrativa en 1978: "A John Carpenter y Debra Hill les dieron muy poquito dinero para hacer un slasher sobre niñeras..."
Y crearon una imagen ubicua de la vulnerabilidad a través de una niñera norteamericana cuidando a un pequeño en la noche de Halloween, y la hicieron colisionar con una forma humana que, como Donald Pleasence dice en la primera película, 'representa la esencia del mal'.
No hay cómo negarlo. Michael Myers sí tiene un fetiche con asesinar mujeres cuya personalidad se puede definir a través de su sexualidad (algo que para nada creemos sea algo negativo). Ahí tenemos los primeros asesinatos en Halloween (1978) a Annie Brackett y Lynda Van der Klok, las mejores amigas de Laurie que, por andar muy entretenidas en el encuentro sexual, fueron asesinadas.
No se puede obviar el hecho de que los hombres con los que estos personajes manetenían intimidad también eran asesinados cruelmente, pero sí es necesario destacar que los únicos cuerpos desnudos en primer plano durante un asesinato en Halloween son los de las mujeres..., una decisión creativa bastante cuestionable. Ahora, si Myers realmente tenía una predisposición para matar únicamente a las mujeres sexualmente activas, entonces, ¿por qué se obsesionó con su hermana? ¿No se supone que, por regla casi matemática, tendría que haber dejado libre a Laurie e ir tras cualquier otra chica promiscua?
Halloween no peca de ser la única franquicia o película de horror a la que se le ha acusado de sexualizar a las mujeres o castigarlas por mantener relaciones sexuales, premaritales o no. Desde clásicos del género como Viernes 13 hasta la trilogía reciente de Fear Street de Netflix, el sexo es uno de los ingredientes de los que la narrativa se alimenta. No obstante, en este último título, la presentación de una pareja del mismo sexo fue algo que destacó a la producción dirigida por Leigh Janiak de entre muchas otras. La hormona juvenil siempre ha estado presente en estos títulos; en algunas peor comprendida que en otras.
El contexto social por el que atravesaba Estados Unidos en la llegada del slasher creado por Carpenter y Hill, que pasaría a convertirse en una leyenda y una de las franquicias más redituables del séptimo arte, favorecía la concepción misógina que alertó a cierto sector de la crítica y los espectadores. La revolución sexual en Norteamérica estaba en su apogeo y el mensaje de John Carpenter y Debra Hill con the shape (como se nombraba a Michael Myers) parecía ser de reprensión: el sexo premarital mata.
Ante la controversia, John Carpenter reiteró que su película no tenía la intención de reprender o adiestrar al sexo femenino, mucho menos decirle cómo vivir su sexualidad. La ocasión más reciente en la que Carpenter ha discutido sobre esta idea fue en 2017 con el escritor Mathias Clasen (Why Horror Seduces, 2017): "Tenían esta idea de que Halloween era la venganza del hombre oprimido. Así fue como la describió [Robin Wood] y no estoy para nada de acuerdo con eso".
'Halloween' dice 'el mal sí existe'. Si estás consciente de eso, puedes sobrevivir.
Según el director y escritor de Halloween, quien replicaría su rol como guionista junto a Debra Hill para Halloween II, la historia de Michael Myers y Laurie Strode apelaba a la necesidad de estar alerta ante el peligro. "Sobrevivirás a la noche es siempre un mensaje importante. Más que un tipo extraño con una máscara, creo que Halloween dice 'el mal sí existe'. Y si estás consciente de eso, puedes sobrevivir", detalló el cineasta a Clasen.
'Halloween Kills': Paul Rudd rechazó un papel en la nueva película de Michael MyersAnalizar con ojos del siglo XXI al primer encuentro entre Michael Myers y Laurie Strode es llegar a un callejón sin salida. Pero podemos vernos aliviados con la trilogía moderna de Halloween, dirigida por David Gordon Green, en la que las mujeres tienen un rol más activo dentro del elenco. Ninguna de las víctimas ahora ocupa el primer plano con su cuerpo desnudo y ninguna tiene sexo premarital antes de ser asesinada por el hombre del cuchillo. Las scream queens han evolucionado y Jamie Lee Curtis lo tiene presente, así como tiene presente que, en su momento, Halloween representó la amenaza a la virginidad y las buenas maneras por la maldad en Estados Unidos.