Todavía no se estrena en salas y Halloween Kills ya hirió la sensibilidad de algunas personas. La masacre del cuerpo de bomberos atendiendo el incendio en casa de Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) no pasó desapercibida y hasta llegó una petición para no mostrarla en salas. Hay a quienes el horror no les parece agradable en lo más mínimo, otros "morimos" de ganas por volver a ver a Michael Myers en su naturaleza sádica, y si se puede más visceral, mejor.
La secuela de Halloween, dirigida por David Gordon Green, nos lleva de regreso a Haddonfield para descubrir que Michael salió ileso de la emboscada armada por Laurie. El pueblo, harto de vivir más de 40 años inmersos en esta pesadilla cada día de brujas, se rebela en su contra por primera vez en la existencia de esta leyenda creada por el maestro John Carpenter en 1978, de hecho esta nueva entrega retoma la línea cronológica de aquel primer filme para dar un contexto más razonable a esta cacería de brujas.
Y, adivinen, sigan leyendo sin temor al spoiler: la muchedumbre lo intenta hacer "sufrir". Llega un momento en el filme, la antesala al final de la trilogía con Halloween Ends, donde los fans de Myers pondrán en tela de juicio su moral o, simplemente, lamentarán ver al dueño de sus pesadillas en su momento más vulnerable de toda la franquicia. Un diario de circulación nacional le preguntó al cineasta ¿cómo debemos considerarnos si sentimos más empatía por Michael que por todas las víctimas dejadas a su paso?
'Halloween Kills': ¿Necesitas ver las películas anteriores para poder entender la nueva entrega?"Diría que todos son unos psicópatas, pero me gusta, porque en Michael proyectamos nuestra naturaleza y miedos; su máscara es la expresión de nuestras más oscuras emociones. Algunos no quieren volver a verlo nunca más, otros sienten su dolor y anhelan verlo masacrar a sus víctimas. Sentir empatía sólo es una catarsis bastante compleja, pero por eso es uno de los monstruos más abominables en la historia del cine", dijo al Excélsior.
Gordon Green también habría dado una respuesta bastante coherente sobre la petición del bombero que se vio agravado por la ficticia matanza hacia sus colegas. "Michael es como la película Tiburón (de Steven Spielberg), el escualo no distingue tu género, personalidad u oficio, es un depredador que arrasa con todo a su paso. Todos los inocentes puede ser víctimas", expresó. Habrá que ver qué otras quejas encuentra la gente durante esta temporada en salas.
Ni siquiera le prestó tanta atención a este tipo de denuncias, al final, este clásico forma parte de una clase de horror que, en algunas ocasiones ha coqueteado con la ciencia ficción, y no alienta a nadie a replicar sus acciones. Sin embargo, lo que sí nos pone bastante sensibles e irritantes es pensar en el desenlace. ¿Podríamos vivir sin la eterna venganza de Michael Myers sobre Laurie Strode? Los hechos en esta secuela nos empujan a pensar que la maldición estaría llegando a su conclusión, esperemos que no, ya veremos en 2022.