Poco a poco el misterio alrededor de The Medium se resuelve, ahora el director tailandés Banjong Pisanthanakun ha explicado las intenciones detrás de esta historia centrada en el chamanismo de su país, creencia tradicional que en Bangkok, Chiang Mai, Phuket y otras de las ciudades principales suele ser satanizada y hasta ridiculizada por las personas alejadas de las viejas costumbres y cuya educación ha sido privilegiada.
Y seamos sinceros, lo que a les sucede a los chamanes en Tailandia le pasa a los brujos mexicanos que suelen dar limpias en el Zócalo, en el mercado de Sonora, Catemaco, Real de Catorce u otros estados donde se practican rituales con finalidades curativas, espirituales o de erradicar malas vibras, casi siempren los tachan de ser personas malas que hacen trabajitos para perjudicar al prójimo, y sí existen, aunque no hay por qué generalizar, como bien lo expresa el cineasta.
"Y me espanta que nosotros como humanos tenemos menos empatía. Siempre nos sentimos seguros para etiquetar y juzgar rápidamente y sin ningún sentido a todo aquel con el que no simpaticemos, especialmente en el mundo virtual", explicó el realizador para el portal Asia One. La película es dirigida por él debido a un tema de identidad cultural, pero fue escrita y producida por el surcoreano Na Hong-jin, creador de otras historías terroríficas como The Wailing.
'The Medium': La práctica del chamanismo en Tailandia sí ha causado muertesThe Medium sigue a un grupo de documentalistas que acompañan a un chamán en su rituales chamánicos al noreste de Tailanda, en Isan, un poblado donde es muy común que la gente viva apegada a las creencias espirituales y prefieren hacer su vida con base en las costumbres y tradiciones, completamente fuera de los avances industriales, científicos y tecnológicos, entonces Mink (Narilya Gulmongkolpech), sobrina del chamán Nim (Sawanee Utoomma), experimenta en su cuerpo secuelas chamánicas que trae terribles consecuencias para los aldeanos.
"Yo viajé para conocer muy bien las tradiciones pero no todos los rituales que se muestran son apegados a la realidad, aunque detalles sí hay. Hice una curaduría, los mezclé y logré introducirlos para poder realizar la película", explicó el tailandés de 41 años. Como en toda película de terror, vino la pregunta cliché e incómoda sobre si algún ente se manifestó durante el rodaje en territorio rural: "lo único terrorífico fue el covid-19", agregó Bangjong.
El guión de Na estaba completamente basado en creencias surcoreanas, fue hasta el viaje revelador del director que pudo completarlo con los estudios realizados y así adaptarlo por completo a las creencias de su gente. "Son muchos detalles extraídos de las costumbres indígenas y su folclór, así que lo que me interesa es que la gente reflexione sobre lo malvada que puede ser la mente, cuestione sus pensamientos y no enjuicie lo que desconoce", agregó para la agencia surcoreana Yonhap.