El tema de la "compañere" se prestó a cientos de burlas en redes sociales, Andra Escamilla fue sometidx al escarnio después del video viral donde se suelta a llorar por no ser reconocidx como lo pedía. Si es o no una persona conflictiva, no nos importa en este espacio, lo importante por señalar es que, como ellx, Cal (Dua Saleh) y Layla (Robyn Holdaway) abren la conversación sobre los derechos de lxs personxs no binarixs en la tercera temporada de Sex Education.
En la serie creada por Laurie Nunn, los estudiantes de la Secundaria Moordale les tratan con normalidad, no son invisibles y a sus amigos tampoco les cuesta trabajo dirigirse a ellxs como lo piden. Hope (Jemima Kirke), la nueva directora o capataz de la escuela, se asume feminista no partidaria de la neutralidad, llega a ridiculizar a Cal por aferrarse al pantalón y renegar la falda, mientras orilla a Layla a usar ropa completamente en contra de su identidad.
Hay un falso progresismo en el personaje de la directora y al mismo tiempo se representa el estereotipo de la llamada "generación de concreto", todo aquel mayor de edad educado de forma conservadora y bajo estrictos valores que les hacen creer tener la razón o el derecho de humillar al adolescente que expresa sus propios ideales, ahí queda como prueba la escena donde Cal, Adam (Connor Swindells) y Lily (Tanya Reynolds) son castigados de forma vil con letreros satanizando sus acciones y personalidades.
Detrás de Cal y Layla están dos personxs no binarixs en la vida real: Saleh y Holdaway aportaron y le dieron mucha credibilidad al tema, salvando de esta manera las posibles acusaciones de distorsión y violencia contra la identidad. La personalidad de Cal es retadora y paciente, cae enamoradx de Jackson (Kedar Williams-Stirling) y la diferencia de sexo impide ir mucho más allá. A lo largo de su interacción, él erra los pronombres para dirigirse a elle, pero éstx no actúa agresivx, al contrario, es muy pacientx y entiende la nula ofensa, porque la sociedad está en pañales en esta lucha por los derechos de identidad.
Netflix
El tema es complejo, como en la vida, hay casos parecidos y opuestos a Cal. Una compañera bien identificada con el movimiento feminista, cuyo nombre ha preferido reservar, explica que hay apertura en muchas mujeres a identificar correctamente a lxs compañerxs, aunque a veces entran en conflicto con estxs por ser acuñadas, contra su voluntad, con el lenguaje inclusivo, y no todas lo permiten. La ficción ha comenzado el debate a edad adolescente, la exacta para empezar a recibir orientación y definirse como uno quiera.
Supe quién era hasta los 18 y fue gracias a 'Grey's Anatomy': una mirada a la importancia del cine y las series LGBT+En el último capítulo vemos a Layla luchando por esconder sus senos con métodos tan tortuosos como el uso de vendas elásticas, sin importar el dolor, las cicatrices y las consecuencias que pueda traer, que pueden ir desde cortes hasta fracturas de costillas por vivir en constante presión. Hasta que descubre el famoso binder que cumple la misma tarea y de forma más segura. Sex Education apenas pinceló a lxs NB, falta ver la reacción mundial y el ruido que provocará en este mundo en constante cambio y aprendizaje.
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Eso sí, pro en contra, todos debemos recordar que cada quien hace con su cuerpo lo que se le da la regalada gana. Podrá venir Mario Vargas Llosa a debatir y oponerse al lenguaje inclusivo, él y muchos literatos más, pero se encontrarán con mucha oposición también en el terreno mainstream, por ejemplo Diego Luna con Todo va a estar bien o la nueva producción de HBO Max Días de Gallos, hablando de las más recientes, dejando en claro que hay una conversación en curso y un largo camino por recorrer.