Mucho ruido alrededor de The Medium, ¿no? Que si la vieron con la luz prendida, que si es la nueva joya del terror asiático, que si otros países están lidiando con su compra y distribución, etc. La triste realidad para los mexicanos es no tener una fecha de estreno o alguna distribuidora que se haya animado a adquirirla ya, sobre todo porque el hombre detrás de ella, el guionista surcoreano Na Hong-jin, es garantía del desarrollo de escalofriantes narrativas, ahí están los ejemplos de The Wailing y Yellow Sea.
La cinta nos ubica en Isan, Tailandia, hogar del chamán Nim (Sawanee Utoomma) y su sobrina Ming (Narilya Gulmongkolpech), una mujer que poco a poco experimenta secuelas agresivas a causa de la práctica del chamanismo, una herencia en su linaje, desatando grandes consecuencias en los aldeanos y un grupo de cineastas que viajaron a la demarcación norteña para filmar el día a día de Nim. Las posesiones están más que a la orden del día y la noche.
Antes, explicamos que Na Hong-jin cedió la dirección a Banjong Pisathanakun, un tailandés, para poder darle mayor credibilidad y esencia a la historia centrada en la práctica del chamanismo local, de otra forma, y a juzgar de todo lo que sucede y se señala en estos tiempos, los críticos y espectadores lo hubieran acusado de apropiación cultural o algo por el estilo. Lo mismo sucede con los actores, nativos que tuvieron una preparación exhaustiva a nivel mental y físico.
Su práctica en Tailandia es única: una mezcla de la religión bon con budismo, hinduismo y costumbres propias, fusionadas en ceremonias llevadas por los mau (doctores del espíritu) y ajaan (profesores), explica un portal especializado en estudios chamánicos. Los brujos pueden enfocarse en ramás alternas dedicadas al exorcismo, la curandería, adivinación, funerarios y los famosos hueseros, además de muchas otras que se clavan más en las predicciones y las visiones.
Como podrán imaginar, los chamanes alcanzan un nivel espiritual que desafían los límites de la mente, así que suelen suceder casos como el de Theprit Palee, quien en 2017 se apuñaló en el corazón para demostrar a sus fieles que alcanzó el nivel de la inmortalidad. Todo salió mal y automáticamente entró al sueño de los justos. Curiosamente, el hecho sucedió en la zona norteña donde se localizan los creyentes más fieles a los poderes de los rituales chamánicos.
Reportes en Phuket, provincia en Tailandia, dicen que las tasas de mortalidad son muy variantes en regiones norteñas del país, mucha gente fallece por falta de atención médica y por estar cien por ciento seguros de confiar su salud a los curanderos, quienes se han encargado de promover el mundo espiritual como la razón de su existencia. "Su trabajo es comunicarse a los espíritus y conectarlos con los necesitados para encontrar salud, algo muy común en un mundo donde el espíritu es más importante que la materia", explica The Phuket News.
Los chamanes tailandeses alcanzan niveles de trance inimaginables, se desprenden de su cuerpo al grado de llevar su vida cotidiana bajo los conceptos de ser simples recipientes o pedazos de carne y hueso para dar a los espíritus un cuerpo y no sólo actuar como mediums. El año pasado, 21 birmanos fueron detenidos luego de que un chamán los encomendó a una misión de rescate ilegal en territorio tailandés. Las autoridades contaron que para ellos fue natural y necesario acatar las órdenes del curandero, olvidando que cruzar la frontera sin papeles es ilegal.
Pisathanakun realizó una expedición a terrenos norteños de su país y pudo constatar todo esto de forma personal. Nadie se lo contó. "Y por esto es un nuevo tipo de terror, porque hace que el miedo sea gradual en el espectador. Hace que te cuestiones o explores en tus propias creencias y en las de los hermanos en otras partes del mundo", expresó el realizador al Korean Herald. Ahora que sabes un poquito más de la profundidad del chamanismo, ¿le darás la oportunidad o no a The Medium?