Territorio es la segunda película de Andrés Clariond y narra la historia de Manuel (José Pescina) y Lupe (Paulina Gaitán) una pareja mexicana de clase media baja que uno podría asumir como cualquier otra, sin embargo, uno de sus mayores deseos es convertirse en padres, pero tras una serie de estudios resulta que es muy improbable que esto suceda y el único camino que queda es la inseminación artificial.
Pero después de un intento fallido que casi los deja en la quiebra, la pareja comienza a buscar otros métodos aunque parezcan un poco inmorales. Ambos están decididos a hacer todo lo que esté al alcance de sus manos para tener un hijo, incluso a que Lupe tenga relaciones con Rubén (Jorge A. Jiménez) el amigo de su esposo.
Aunque la trama pareciera un tanto sencilla, son sus diferentes tintes enfocados en el machismo y el tabú que existe respecto al tema de la infertilidad en nuestro país lo que le da color a este largometraje. Por otra parte, queda muy expuesta la lucha constante de poder, tema recurrente en la filmografía de Clariond porque, en 2015, Hilda nos permitió conocer la historia de la Sra. Le Marchand (Verónica Langer), quien desarrolla una serie de obsesiones sobre su nueva criada.
“Acabe mi primera película, Hilda y con estas ganas de hacer cine que confronte y hable de temas tabús, se me vino esta idea sobre dos tipos de machos a quienes les sale el machismo en diferentes modalidades", añadió el director, Andrés Clariond
Empecé a escribir este guión queriendo aboradar los complejos e inseguridades con las que cargamos los hombres porque traemos una carga cultural que se nos imponen desde niños
En los últimos años, el cine mexicano se ha visto repleto de películas comerciales con falta de propuestas originales que también aporten o señalen a la cultura mexicana; pero Territorio expone el machismo que sufren las mujeres cuyas parejas no pueden tener hijos.
Manuel y Rubén terminan adentrándose en una lucha de poder para ver quién es el más fuerte y poderoso e inclusive quién se queda con la mujer. De esta manera es evidente el cambio psicológico que tienen ambos personajes por lo que el director comentó: “Tengo una obsesión con el tema del poder, en el caso de Hilda era un poder económico, ahora es un poder físico y estoy trabajando en un guión sobre el poder político".
En cuanto al paso por los festivales más importantes del país, Andrés compartió que "hay mucho interés del extranjero por hacer coproducciones porque saben lo existosas que están saliendo las historias mexicanas" y asegura que "el problema está en el público en general porque el cine alternativo siempre se topa con pared".
El cine mexicano está pasando por muy buen momento, per la gente está acostumbrada y asocia el cine mexicano a las comedias románticas. Ojalá el cine independiente tuviera más aceptación por parte del público
El más reciente largometraje de Andrés Clariond, Territorio, está siendo proyectado tanto en salas comerciales como en las cinetecas de todo el país.