Como Shang-Chi (Simu Liu) es un personaje poco conocido por los fans del MCU, al pertenecer a la escala secundaria en Marvel Cómics, es posible que hayan pasado por alto un pequeño detallito en su introducción en la película Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos: su verdadero padre no es quien oficialmente presentan, sino un ser más deleznable a nivel ficción y realidad, del cual te hablaremos a continuación para que te adentres mucho más en la historia de nuestro superhéroe asiático.
Antes del debút de Shang-Chi en 1973 en la serie Special Marvel Edition #15, la editorial había perseguido por mucho tiempo los derechos de la serie Kung-Fu para desarrollar una aventura llena de de artes marciales, pero como Warner era la propietaria y al mismo tiempo es parte de DC Cómics, la operación era más que fallida. Sin embargo, no se quedaron con las ganas y dieron con el legado del novelista inglés, Sax Rohmer, creador del Dr. Fu Manchu.
¿Qué podía salir mal? Todo. Stan Lee tenía lo necesario para dar vida a un mundo lleno de peleas en el continente asiático, representado por villanos y defendido por un peleador inspirado por la leyenda que Bruce Lee había empezado a construir en el mundo del cine, ayudado del kung-fu y su propia técnica, el jeet kun do. Ya tenían al villano, faltaba su antídoto. Jim Starlin y Steve Englehart vieron la oportunidad de tomar las características de Bruce para trasladarlas a un peleador con una moral y ética inquebrantable, algo similar al Capitán América, además de la sabiduría adquirida a través del tortuoso entrenamiento al que fue sometido por su padre, Fu Manchu.
Así fue como originalmente debutó Shang-Chi, un chico que descubrió la verdadera maldad encarnada en su papá y le declaró una guerra eterna por intentar hacer de él un arma mortal para traicionar lo aprendido y a la humanidad. Tan pronto empezaron a comercializarse entre la comunidad asiática estos tomos, resurgió una polémica que siempre acompañó a Rohmer en vida (falleció 1959, ni siquiera conoció a Shang-Chi): la promoción y normalización del racismo fueron señalados una y otra vez, incluso los amigos de Starlin se lo hicieron saber y le explicaron por qué la obra del británico es ofensiva.
Sax, un hombre raro y racista a leguas, creyó normal que el villano de sus novelas, las más importante en su carrera, fuera un chino obsesionado con dominar el mundo y acabar con toda forma de gobierno instaurada por los blancos, especialmente hacía un énfasis a los estadunidenses y, curiosamente, los libros se volvieron populares en occidente, donde el estereotipo de ver a todo asiático como personas malas y deleznables se volvió bastante típico, por eso varias películas de la época utilizaron a japoneses, cantoneses, coreanos, etc, para ser los antagonistas de las tramas.
En su autobiografía, Sax se vio obligado a responder a las críticas. "Por supuesto que no toda la población china es criminal, pero conozco a varias personas que abandonaron sus países (en Ásia) por estas razones. Huyendo de células criminales", expuso. Pero el daño ya estaba hecho. Lo mejor que le pudo pasar a Marvel fue perder los derechos sobre Fu Manchu y darle un nuevo camino a nueve años del debut de Shang-Chi. Por esta razón y muchas otras, Destin Daniel Cretton, Kevin Feige y todo el MCU se vieron orillados a improvisar de la mejor manera: con el Mandarín (Tony Leung), aunque a muchos no les guste.
En 2010 se reescribió y modernizó la biografía de Shang-Chi, se dijo que su padre en realidad es un poderoso hechicero llamado Zheng Zu, quien adoptó el falso nombre de Fu Manchu para esconder el secreto detrás de su longevidad y crear el mito del Elixir de la Vida. El resto de su personalidad permanece intacta, un peligroso criminal que entrena a los sicarios más temibles de China y tiene a su servicio a varias mujeres dentro de la Orden de Si-Fan, más tarde renombrada Golden Dawn y Hai-Dai, lo que vendría siendo directamente la Orden de los Diez Anillos.