La fascinación por Tokyo Revengers es imposible de frenar, mucho menos al enterarnos del trasfondo de toda esta historia llena de grescas mano a mano, piquetes, crímenes y revanchas constantes que hay entre miembros de pandillas japonesas son bastante más apegadas a la realidad que la ficción, porque el creador, Ken Wakui, formó parte de este mundo en una etapa de su vida, así que si ya te aburriste de esperar la segunda temporada de Demon Slayer mejor sacúdete el ocio y éntrale a esta trama pero ¡ya!
Este tipo de shonen son bastante valorados por nuestra comunidad otaku en México, que también tiene entre sus favoritos Baki y Kengan Ashura, dos producciones de Netflix que puede que no sean tan realistas, pero cuyas peleas hacen recordar al cine de acción y artemarcialista de leyendas como Jean Claude Van Damme, Steven Seagal, Chuck Norris, Bruce Lee y toda la comitiva de hace 30 años que resolvía los conflictos con el puro poder en sus puños y piernas, tal cual lo hará Shang-Chi en el debut de la próxima semana en cines.
Regresando a Tokyo Revengers, apenas surgió una conversación que sostuvieron con el mangaka hace unos años, y es natural que apenas haya sido traducida, pues la información en idioma noipón viaja un poco lento, donde expresó que en su juventu perteneció a la contracultura de los yankii, en un momento te diremos de qué se trata esta tribu urbana: "me uní porque tenía muy mal humor", le dijo a Le Monde, "así que quise hablar de los tiempos de los furyo, bandas que actuaban para defender y representar valores y principios, no para exhibir su poder ecónomico como se hace actualmente", agregó.
El diario francés recapitula que Wakui fue expulsado de la escuela y terminó trabajando en un bar, pero su época de pandillero fue bastante romantizada por la idea antes expuesta, "era una moda y cuestión de apariencias, si nos peléabamos era contra otros furyo por diferencias marcadas y no agredíamos nunca a los estudiantes ni a los civiles, con quienes éramos respetuosos y solidarios", agregó al portal galo. A raíz de ver la luz esta entrevista, los fans indagaron más en internet y surgió la teoría de que pudo pertenecer a los Black Emperor, pues dieron con una foto donde estaría posando con el uniforme.
Ahora, los yankii son una comunidad de rebeldes que se rehusan a seguir las normas y los valores conservadores, usan chaquetas de cuero, se uniforman y suelen andar en motocicleta, un vehículo que fue adoptado el medio de transporte radical para las pandillas en los setentas, cuando empezó el movimiento bosoku, motoristas fascinados con el tuning y el pandillerismo. Regularmente estos colectivos se forman en la secundaria y llegan a perdurar años, pero no se inmiscuyen en el crimen organizado, como los yakuza.
Tokyo Revengers cuenta cómo Takemichi, un joven con la habilidad de viajar por el tiempo, vuelve a sus tiempos de secundaria para evitar que los caminos de la Tokyo Manji Gang, liderada por Mikey y Draken, se separen y así evadir la muerte de su novia Tachibana Hinata, lo malo es que mantener la hermandad entre ambos líderes no es suficiente para cambiar el futuro. El anime está disponible en Crunchyroll y es de los más vistos desde que estrenó el pasado 11 de abril, sin mencionar que el manga ahora es el más vendido y publicado en Japón con más de 32 millones, incluso por arriba de Attack on Titan, Jujutsu Kaisen y Chainsaw Man, los más populares hasta ahora.
El furor llegó mucho más allá y se filmó de inmediato el live-action Tokyo Revengers, un éxito absoluto en los cines de su país de origen: ¡35 millones de dólares recaudados!, según información de Box Office Mojo, y lo más emocionante es que la crítica la respalda, los que ya la vieron han dicho que se desarrollan los personajes de forma correcta, se respeta lo contado en por Wakui y permite que espectadores se familiaricen con la atmósfera si siquiera ser seguidores del manga y anime.
Vamos, hasta obra de teatro, una adaptación común en Japón, le han hecho, al igual que My Hero Academia, por mencionar la más reciente. Como todos los anime, la historia de la Tokyo Manji también ha sufrido censura en su exhibición para occidente, hasta ahora sólo sabemos del famoso caso de la sauvástica borrada de los uniformes de la pandilla por ser muy similar a la esvástica, fácilmente ligada al partido Nazi de Adolfo Hitler, de ahí en fuera tenemos la dosis de golpes, sangre y viajes en el tiempo necesario para seguir aferrados a los estrenos de sus capítulos semanales.