En noviembre de 2019 Paseo de la Reforma, una parte del Periférico y el Centro Histórico colapsaron. El chisme decía que por culpa de Mark Wahlberg y su nueva película Infinite, la primera producción original de la plataforma Paramount+ (disponible desde este viernes) pero el actor ni sus luces caminando ni a bordo del convertible rojo perseguido por patrullas del año 1985. Tampoco era posible ubicar a Antoine Fuqua, el director del filme. Ninguna cara conocida para apaciguar el temperamento y el estrés de los capitalinos soportando un embotellamiento en arterias principales de esta caótica CDMX.
Los reclamos venían de los conductores. Ninguna palabra bonita, como podrán imaginar, sí muchas mentadas de madre y cualquier clase de improperio para apurar las tomas que llegaban a detener el flujo vial hasta por 20 minutos. Los curiosos sacaban videos y fotos con la esperanza de ver al actor protagonista en alguna toma. Lástima que no estuvo presente, porque la escena rodada forma parte de la introducción de la historia y corrió a cargo de los actores Dylan O’Brien y Rupert Friend, además de los dobles y expertos en conducción. De lo bello de esta experiencia, si así lo vieron los ciudadanos afectados, fue ver una vez más los viejos taxis verdes y amarillos circulando por sus antiguos dominios.
La película se centra en Evan McCauley (Walhberg), un hombre que forma parte de la raza de los infinitos, personas con la capacidad de resucitar durante muchos siglos y conservar su memoria en cada resurrección, un ciclo que busca cortar el malvado Bathurst (Chiwetel Ejiofor) con la destrucción de toda la humanidad. Entonces, ¿qué demonios vinieron a filmar acá? El hombre que conduce el Ferrari rojo es Heinrich Treadway (O’Brien), el cuerpo e identidad de Evan en 1985, y el sujeto que lo acecha en realidad es Bathurst (Friend) en el mismo contexto, quien busca agilizar su exterminio, pero fallando en el intento.
Los llamados de la unidad encargada del rodaje en CDMX se prolongaron durante la noche y madrugadas de una semana y ocupó otros cinco días de trabajo en Guanajuato, utilizando los túneles coloniales para la reconstrucción de un México en su máxima expresión cultural, tal como lo buscó y deseó el productor Lorenzo di Bonaventura, y que más tarde se integró para simular ser parte del subsuelo del centro del país, algo que sólo nosotros podremos notar, no así el resto del mundo.
Infinite es la adaptación de la novela The Reincarnationist Papers del novelista estadunidense D. Eric Maikranz, quien utiliza el pasaje bíblico de la reincarnación y la idea de tener segundas oportunidades para alcanzar un mayor grado de sabiduría, corrigiendo errores del pasado y mejorando actitudes, una filosofía que resulta bastante novedosa para el trabajo de Wahlberg y Fuqua, un par de viejos lobos de acción acostumbrados al terreno de las conspiraciones y los ataques terroristas, no así a la acción dictada por una situación futurista y digna de la buena ciencia ficción.
Para celebrar el lanzamiento de la primera cinta original, Paramount+ habilitó del 13 al 15 de agosto la experiencia inmersiva única Infinite, montada en Cittark, Ferrocarril Cuernavaca #416 Col. Polanco, en CDMX, con un costo de 100 pesos. La atracción consiste en tres filtros para formar parte de todo el concepto de la historia, con horarios que van desde las 10:00 de la mañana hasta las 22:00 del viernes y sábado, y hasta las 18:00 del domingo, según indica la página oficial del evento.
Se trata de una activación de 45 minutos donde se te permitirá hacer historias para redes sociales, ingresando en grupos de 4 personas y empezando en la sala del interrogatorio para conocer los secretos de tus vidas pasadas y reconocer algún objeto que más se relacione con tu persona; en la sala del artesano te encontrarás con un personaje misterioso que te ayudará a entender el pasado y finalizarás con una práctica de tiro. La producción aplicará los filtros sanitarios correspondientes, te dará instrucciones y habrá accesos cada 10 minutos.