Los ojos de los Juegos Olímpicos no sólo están en la gimnasta mexicana Alexa Moreno y su rutina de piso al ritmo de música de Demon Slayer: Mugen Train La Película, también en la renuncia de la número uno del mundo Simona Biles, la estadunidense que se retiró en primera instancia de la final por equipos y posteriormente del all-around individual por cuestiones concernientes a su salud mental. Además de la explicación que ella dio públicamente, el documental Atleta A disponible en Netflix, expone más a fondo lo que habría detrás de su renuncia.
El filme, realizado por Bonni Cohen y Jon Shenk, se centra en la investigación del periódico The Indianapolis Star que destapó el abuso sexual de parte del entonces médico del equipo de gimnasia de los Estados Unidos, Larry Nassar, sentenciado tres veces por los delitos de agresión sexual en contra de menores de edad y posesión de pornografía infantil, pues durante los 18 años que estuvo al mando de dicho departamento aprovechó su posición y abusó de más de 300 niñas, entre ellas representantes olímpicas y prospectos que se quedaron en el camino por denunciar los actos.
Fue Rachel Denhollander la primera deportista en presentar una denuncia judicial en contra de Nassar y una de las primeras mujeres tildadas de locas y exageradas por parte de la directiva de USA Gymnastics entonces dirigida por Steve Penny, el hombre que encubrió y trató de amedrentar a todas las mujeres que, con el paso de los años y dada la madurez mental y el agravamiento de los traumas causados por sus tristes experiencias, decidieron dar a conocer las fechorías al interior de la institución y la humillación por parte de entranadores, quienes las degrababan, humillaban en público, exhibían y llamaban "vacas" si subían de peso.
Fue Maggie Nichols, la llamada "Atleta a", un nombre en clave que Penny le designó para dirigirse a ella en documentos y con sus empleados, la que detonó el movimiento, lo mediatizó y alertó a las autoridades sobre el terror vivido al interior de las concentraciones, las terapias de rehabilitación y los campamentos de preparación a nivel nacional, situación que truncó su sueño de convertirse en una de las cinco gimnastas representantes de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, comitiva encabezada por… exacto, sí adivinaron, Simone Biles, de entonces 20 años.
Nada más interesante que tomarse un par de horas para alimentar nuestro contexto y así entender un poco más la importante y honesta decisión de la gimnasta para dar un paso al costado y no perjudicar el proceso de cuatro años de sus compañeras, además hay otros documentales para seguir en el modo olímpico, como el ganador al Oscar en 2017, Ícaro, la explicación del dopaje en el mundo del deporte a partir de la revelación del médico ruso Grigory Rodchenkov sobre un programa de doping soviético en los Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, y The Last Dance, el último año de la carrera de Su Majestad Michael Jordan con los Bulls de Chicago y el Dream Team Olímpico de su país.