Netflix México ha estrenado uno de sus documentales más incisivos e interesantes de los últimos meses bajo el título Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía? Dirigido por Manuel Alcalá (Museo), el largometraje hace un recorrido por la carrera del destacado periodista mexicano Manuel Buendía, desde sus inicios como reportero hasta el momento de su asesinato en 1984, como consecuencia de la información publicada en su columna Red Privada.
El caso Buendía es una de las cicatrices más presentes en el gremio periodístico, y el trabajo de Alcalá no podía verse materializado sin los políticos y periodistas que aportaron información al director para la construcción del documental. En entrevista para Sensacine México, el cineasta reveló que una de esas importantes fuentes resultó ser un personaje controversial del quehacer político mexicano, aquel al que se le atribuye el fraude electoral de 1988: Manuel Bartlett.
Lo entrevisté hace como dos o tres años, en una entrevista larga, y también me dijo que no quería aparecer en el documental
Alcalá también reveló su acercamiento a José Antonio Zorrilla Pérez, quien permanece hasta hoy como uno de los posibles autores intelectuales del homicidio de Buendía. "Lo fui a ver a la cárcel desde el 2008, en Santa Martha. Lo fui a ver a su casa, es un personaje que me dio mucho contexto del caso y de los tiempos, pero nunca quiso aparecer por cuestiones de seguridad", explicó Alcalá.
El asesinato de Buendía fue el típico crimen mexicano al que se le da carpetazo final con un chivo expiatorio, pero ni los periodistas ni los lectores aceptan esa historia elaborada por parte de las autoridades. De hecho, Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía? trae a colación la historia vendida por el gobierno (y replicada en la prensa), pero no se detiene para intentar demostrar los huecos en esas verdades a medias, sino que va en busca de nuevas voces que aclaren, confirmen o desmientan una de las teorías más fuertes, aquella que se vincula a los inicios del crimen organizado en México que Buendía pretendía denunciar.
El documental está narrado por Daniel Giménez Cacho, pero no para imitar la presencia omnipresente de Buendía, sino para personificar al lector de a pie, a esos hombre y mujeres cuyo inicio de conversación siempre era un "¿Ya leíste a Buendía hoy?". "Daniel en el documental no está tratando de imitar a Buendía, es casi casi un lector afectado, interesado", además, explicó el proceso de trabajo con el histrión: "leyó las columnas, tuvimos dos sesiones con él en el estudio y pues sí es el mejor actor de México, así que la tuve muy fácil para mi primera película", rio Alcalá haciendo hincapié a su debut como cineasta.
El recién convertido en director cierra con Red Privada una clase de trilogía que comenzó con Bellas de noche, documental que produjo en colaboración con la directora María José Cuevas, y que continuó con Museo de Alonso Ruizpalacios: ficción y realidad situadas en los convulsos años 80 de México.
Para mí, Red Privada es lo que cierra ese universo [...] el Star Wars de los 80 se cierra con Red Privada
"Red privada es el ciclo completo no solo de los 80, en las tres historias se cruzan mucho los personajes y los tiempos", explicó. Asimismo, añadió que, a su vez, Museo fue la que implantó la semilla para la creación de la pieza que concluye la trilogía: "Yo llegó a Red Privada porque estaba investigando para Museo, el día que recuperan las joyas [del robo al Museo de Antropología en 1985], la contraportada es 'Zorrilla culpable', eso fue lo que me impulsó a investigar Red Privada, yo no sabía nada de Manuel Buendía ni del caso".
Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía? está disponible ahora en Netflix y es, entre líneas, una carta de amor a lo que se perdió con asesinato del periodista originario de Zitácuaro, Michoacán. "Lo que perdimos con Manuel Buendía fue un estándar de calidad, de entrega, de compromiso no solo con el periodismo, sino con el país. Su motor más grande era un mejor México [...] perdimos una de las mejores plumas de México", finalizó Manuel Alcalá.