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    ‘La calle del terror: 1666’: La influencia de los Juicios de Salem en la última película de la trilogía de Netflix

    Para darle mayor realismo al tercer y último filme 'La calle del terror: 1666', la producción fue a explorar las tierras donde se desarrollaron los Juicios de Salem, enseñaron al elenco un dialecto y hasta llevaron madera de apariencia colonial.

    Hey, Shadysiders, parece que ha llegado la hora de poner punto final a la maldición de la bruja Sarah Fier, La calle del terror: 1666 ha sido liberada en Netflix y de esta forma se declara clausurado el tenebroso ciclo julioween de la plataforma, a menos que traiga algún as bajo la manga, pues la obra del escritor estadunidense R.L. Stine se extiende a lo largo de 51 publicaciones en su línea cronológica original; spin-offs, precuelas y otras sagas que han vendido millones de copias.

    Es todo un reto ponerse al corriente con el resto de las publicaciones, pues no han sido traducidos para México y sólo algunos están disponibles en inglés en su formato electrónico y contadas tiendas los tienen físicamente, así que mientras te decides a emprender la aventura de completar la historia, te contamos cómo se realizó la tercera parte, la visita de su autor al set colonial y el aprendizaje de un dialecto para darle mayor credibilidad a la recreación.

    Como el director Leigh Janiak dejó la vara muy alta con las primeras dos cintas ubicadas en los noventas y setentas, trasladar el relato a tiempos coloniales tenía que mantener la altura, así que envío a sus diseñadores, directores de arte y decoradores a explorar restos de asentamientos de aquellos años, encontrando arquitectura y casas en Massachusetts, cuya ciudad de Salem albergó los famosos juicios de más de 200 personas, entre 1692 y 1693, acusadas de hechicería y brujería.

    También llegaron a Rhode Island, una demarcación con sus propias leyendas urbanas, incluido el famoso Árbol de la Bruja, en la intersección de las calles Log y Mann School Road, donde se dice que si le das tres vueltas serás perseguido por un espíritu; también tienen como destino fantasmagórico la escuela de Ladd en Exeter, cuyos visitantes dicen sentir presencias espirituales, entre otras casas embrujadas y paradas locales, todas extraidas del imaginario y el desarrollo histórico del estado de Nueva Inglaterra.

    “El reto fue diseñar los túneles alrededor del Corazón del Mal (si ya vieron la película sabrán qué son, si no, tendrán que descubrirlo), así que construimos muros móviles para que los muros ocultaran paredes distintas de cuevas y cavernas de distintos tipos, y tuvimos que crear un mapa para concebirlo, La Marca de la Bruja, un sistema con símbolos paganos muy apegado a la historia”, explicó Scott Kuzio, diseñador.

    Dicho esto, el elenco no la tuvo fácil: ¡Dos meses practicaron un dialecto vernáculo y acentos usados en el siglo 17! Para lograrlo, un lingüista especializado los ayudó. Individualmente también realizaron una investigación sobre los Juicios de Salem, las organizaciones sociales, el comportamiento de la comunidad y todo lo relacionado a esos pasajes enriquecedores para la cultura estadunidense, por ejemplo, la actriz Kiana Madeira descubrió que las mujeres zurdas eran consideradas brujas y directamente condenadas a la horca. 

    Y para tener un cerrojazo de oro, la producción del filme tuvo la visita del mismísimo R.L. Stine y la anécdota vale la pena recuperarla: “Era mitad de verano, el día más caluroso del año, la humedad típica de Atlanta emanaba del pasto. Estaba hirviendo. Y pensé, ‘¿por qué vine?’ Entonces vi el pueblo que construyeron, había una iglesia y casas con cerdos corriendo. Supe que fueron a Nueva Inglaterra sólo para llevar madera de la zona y construir todo lo más fiel posible a lo que fue esa época. Simplemente me dejó alucinado”, dijo el guionista de 77 años.

    Anteriormente te contamos que el cineasta realizó un excelso trabajo con la banda sonora inspirada en el grunge y el rock clásico de cada década, y como es un poco complicado encontrar grabaciones de 1666 y aprovechando que la trama se desarrolla en las tres décadas simultáneamente, Leigh retomó lo antes planteado y sumó rolas de Oasis, The Offspring, Bone Thughs -N- Harmony, Pixies, Buddha and da Bandit y Jordyn DiNatale. Habrá que esperar a ver si el tío Netflix decide a adaptar alguna otra tanda de libros o si hasta aquí quedará la aventura en el celuloide del slasher juvenil.

     

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