En sus esfuerzos por tener contenido exclusivo dentro de su plataforma, Amazon Prime Video debutó hace unos días en su catálogo La guerra del mañana, en la que un científico y maestro desilusionado, Dan Forester (Chris Pratt), es reclutado para librar una batalla en el futuro, específicamente en 2051, en la que la humanidad enfrenta a unas temibles criaturas alienígenas llamadas Espinas blancas. Es hora de hablar del final explicado, ya que varias preguntas quedaron abiertas.
¿CÓMO FUNCIONAN LAS LÍNEAS DEL TIEMPO?
La guerra del mañana se desarrolla en dos líneas del tiempo: la del presente, ubicada en 2022, y la del futuro que remonta hasta 2051, y solamente dentro de esas dos realidad se pueden desplazar los humanos, es decir, no pueden moverse entre otros años y/o momentos, lo que delimita totalmente la historia. Con esto en mente, sólo personajes de quienes se tiene la certeza sobre su muerte antes de 2051 son reclutadas para ir a luchar contra los monstruos, todo para evitar una especie de paradoja en el tiempo, aunque otras preguntas aparecen por las conexiones entre los años.
Dan se encuentra con su hija en su versión futura, Muri (Yvonne Strahovski), y ambos trabajan en un plan para evitar que los Espinas blancas eliminen a la humanidad. Aunque las cosas están perdidas en el futuro y no hay una solución para dichos eventos, el presente se puede salvar y eso se convierte en el objetivo: la joven crea un compuesto letal para los alienígenas y a través de su padre lo envía años atrás para la erradicación de los monstruos mucho tiempo antes de que comiencen a dominar la Tierra.
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Ambos tienen éxito en la misión y finalmente los Espinas blancas son eliminados desde la nave espacial en 2022, aunque justo esto podría desencadenar cambios drásticos en la línea del tiempo. Si la guerra se evitó en el presente, entonces ¿cómo es que la pócima se creó en el futuro si las cosas no sucedieron como debían? Es decir, sin una invasión extraterrestre no habría un programa para crear un antídoto y por ende tampoco las personas del futuro regresarían al presente para advertir a la humanidad. Si bien la película no entra en detalles al respecto, podríamos sospechar de la existencia de una especie de línea paralela, en la que las cosas son muy distintas.
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¿QUÉ PASARÁ CON DAN Y SU MUERTE?
Muri del futuro le revela a su padre Dan que muere en 2030 debido a un accidente de auto. Todo esto ocurre porque él se separa de su esposa Emmy (Betty Gilpin) y cae en una profunda depresión, decepcionando incluso a su hija y dando como resultado la mala imagen que tendrá de su padre en años venideros. No obstante, si el presente ha cambiado por completo el desenlace de la humanidad, Dan ahora tiene un conocimiento del futuro y, por ende, intentará evitar que las cosas sucedan de esa terrible forma.
Este cambio de mentalidad también podría resultar en que Muri tome otro camino en sus estudios, finalmente podría tener el apoyo de su padre indefinidamente y no se cargaría con el trauma del abandono de su papá, quien, posiblemente, no muera en un accidente de coche. Lo anterior no ha sido abordado por los guionistas ni el director de La guerra del mañana, por lo que es solo una de las muchas teorías respecto a la continuación de una historia en la que las Espinas blancas han sido erradicadas prácticamente de origen.
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¿DE DÓNDE VIENEN LAS ESPINAS BLANCAS?
En La guerra del mañana se dicen algunas cosas sobre el origen de las Espinas blancas. Sabemos que llegaron a la Tierra hace miles de años y estuvieron "dormidos" en el hielo al norte de Rusia hasta que el descongelamiento mundial, provocado por el cambio climático, los despertó y eventualmente comenzaron a causar estragos, dando como resultado que la población del planeta decreciera a sólo 500 mil habitantes en tres años.
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No se establece exactamente de qué parte del universo provienen estas criaturas, aunque se puede intuir que pertenecen a una raza inteligente y colonizadora, ya que las Espinas blancas son una especie de arma biológica enviada para eliminar a los habitantes de cualquier planeta y garantizar la expansión de estos seres hacia nuevos horizontes. No obstante, el objetivo principal no era llegar a la Tierra, sino que lo hicieron por accidente.
Al pasar desapercibidos durante tanto tiempo, una teoría podría indicar que la especie no tenía precisamente planes de conquista, pues solamente una fracción de dichas criaturas aterrizaron en Rusia por accidente (Las Espinas blancas), lo que ocasionó que el resto de su raza diera a ese vehículo como perdido. La teoría se hace más fuerte si recordamos que las letales criaturas despertaron milenios después de su llegada y fue el propio cambio climático (las actividades humanas) el culpable de desatar el caos; un claro intento que tuvo La guerra del mañana por crear una reflexión en torno al cuidado del planeta.
