Rápidos y furiosos 9 vuelve a ser un oasis de carrocerías, tuning, velocidad, nitro y mucha acción, cortesía de los hermanos Dominic (Vin Diesel), Mia (Jordana Brewster) y Jakob Toretto (John Cena), y el resto del equipo. Como te habrás dado cuenta, la película está llena de lujosos autos, bestias blindadas, deportivos, experimentos, clásicos, motocicletas y todo lo motorizado a lo que nos tienen acostumbrados desde hace 20 años, no en balde el presupuesto de ¡más de 200 millones de dólares para su producción!
Pero no todo el billete se podía gastar en esos "juguetitos", así que Dennis McCarthy y Alex King, supervisores de vehículos, tuvieron la encomienda de destinar parte del presupuesto para la renta, compra, diseño y modificación de cualquier bestia a dos, cuatro o 20 ruedas, para engalanar esta novena parte. Por ejemplo, King, encargado de los motores en las locaciones de Reino Unido y Europa, despilfarró 3.8 millones de dólares en la adquisición de siete modelos deportivos que apenas se presumen algunos segundos de las dos horas y media de duración de la historia.
Se trata de la escena donde vemos a Queenie Shaw (Helen Mirren), madre de Deckard (Jason Statham), fuera de una joyería de alta gama, Boodles, donde se roba un carrazo, el Noble M600, con el que escapa después de robar un collar y evade a la policía británica con Dom como copiloto. Para esta secuencia breve, se compraron y exhibieron, además del deportivo morado, un Bugatti Veyron, Bentley Continental GT, Rolls Royce Wraith, Aston Martin Rapide, Morgan Aero 8 y un Mercedes SRL McLaren, todo completamente autorizado por la producción y Justin Lin, el director.
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El servicio exprés de Queenie a Dom culmina en las puertas de la mansión de Otto (Thue Ersted Rasmussen), el aliado multimillonario de Jakob, anfitrión de una fiesta llena de mujeres y una fila de 12 coches perfectamente estacionados, pulidos y tuneados para impresionar a los invitados y espectadores del otro lado de la pantalla. Aquí, King tuvo que sacar más callo que cartera, porque no toda la lana se podía ir en comprar o rentar bestias de cuatro ruedas, luego, ¿cómo le pagan al crew y al reparto?
Entonces, abrió una convocatoria para sumar a una docena de fanáticos londinenses del automovilismo y dueños de los siguientes bebés: un TVR Sagaris, Lamborghini Aventador SVJ, Lexus LFA, Lotus Evora, Mercedes AMG GTR, Lamborghini Countach de aniversario, McLaren 720S, Apollo IE y un Ferrari LA Ferrari, un grupo valuado por más de 14 millones de dólares, cuya función era simplemente estacionarlos en los puntos indicados por el cineasta y fotógrafo y dejar que la pupila se deleite con las excéntricas carrocerías.
'Rápidos y furiosos 9': Los 10 autos más caros de toda la sagaEsta invitación resultó ser bastante ingeniosa y ahorrativa para el rodaje, pues seguramente se hubiera encontrado con un rotundo no por significar un gasto excesivo y de uso fugaz. Basta recordar que, pese a tener un presupuesto holgado, Justin Lin tuvo suprimió la idea de lanzar al al espacio a Tej (Ludacris) y Roman (Tyrese Gibson) con el impulso de un globo meteorológico, su más grande deseo frustrado, pues la productora se negó a firmar el cheque para costear todo ese numerito y capricho personal.
Con el conocimiento de la mecánica construyeron el Armadillo, también apodado el Trailer Madre: tres secciones blindadas y de 26 toneladas de peso, corpulencia que permitió la ejecución de acrobacias en terreno montañosos y carreteras de la localidad de Tiflis, Georgia. Esta maravilla de la ingeniería tomó cuatro meses de diseño a cargo de Jan Roefls, en conjunto con King. "El Armadillo superó nuestras expectativas, porque parece que nada es capaz de detenerlo. Es un Hulk sobre ruedas", compartió el supervisor.
Ah, y si te gustó la colección de Dodge Chargers, herencia del patriarca de los Toretto, tienes que saber el costo del bebé negro conducido por Dom a lo largo de la jungla de Montequinto: ¡más de un millón de dólares se invirtió en las modificaciones y adaptaciones de esa navecita! Nada mal, suena un tanto exagerado, pero un melón es nada cuando tenemos enfrente los más de 1,700 millones de dólares recaudados hasta la fecha por los nueve largometrajes.
