Disney y Pixar están de vuelta pare presentar una nueva historia llena de monstruos marinos, peces que podrían ser estrellas y una competencia para niños. Luca es el nombre de la película que recién llegó a Disney+ (conoce los planes de suscripción al servicio) y, aunque no está en los cines, la puedes ver sin costo extra, es decir, la cinta es parte de los contenidos tradicionales del catálogo, así que basta con estar suscrito para disfrutarla. Aprovechando el lanzamiento, ahora toca hablar sin spoilers de lo bueno y lo malo de esta animación.
LO BUENO DE ‘LUCA’
UNA HISTORIA SIMPLE
Luca es la historia de dos amigos, Luca y Alberto, quienes son monstruos marinos, pero su especie tiene la capacidad de salir a tierra y adoptar la forma humana. Ambos comienzan a soñar con obtener una Vespa (un tipo de motoneta) y poco a poco crean un plan para poder materializar su deseo. En su camino se encuentran con una chica llamada Giulia, quien no sólo debe guardar su secreto, sino también apoyarse mutuamente para que todo salga lo menos caótico posible.
Realmente la trama de este largometraje de Pixar es simple: unos personajes buscan alcanzar un sueño. Aquí no hay mensajes profundos relacionados con la existencia como en Soul, sino que sólo hay niños saliendo a vivir un poco a costa de ciertas consecuencias. Esto es un acierto para los más pequeños, ya que al no tener mensajes confusos y ser claros en lo que pretenden mostrar, ver esta cinta se convierte en una sana diversión, ya que no busca enfrascarse en enredadas historias con muchos personajes involucrados.
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ANIMACIÓN DE CALIDAD
Pixar nos tiene acostumbrados a ser parteaguas en la forma de producir sus contenidos animados, independientemente si son cortos o largometrajes. Luca no es la excepción a la regla de calidad y las texturas, como la del agua o la de un árbol, son sorprendentes si las miras a detalle. En esta ocasión la interacción con lugares acuáticos es mucho mayor, así que estamos por momentos en un mundo submarino y luego en tierra firme, pero donde quiera que mires hay un espectáculo que permite disfrutar de todo el paisaje.
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Incluso los coloridos escenarios son parte de Luca, en los vemos desde hogares humildes en el poblado de la cinta, hasta combinaciones visualmente atractivas de tonalidades brillantes para el cuerpo de los monstruos marinos. Es casi un hecho que por la parte visual no tengas ninguna queja, ya que incluso el diseño de los personajes se asemeja a cómo son los italianos en realidad, desde gestos hasta perfiles.
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UN ESCENARIO DISTINTO
Un pueblo de la Riviera italiana llamado Portorosso es donde se desarrollan buena parte de las acciones de Luca y esto es refrescante. Pixar decidió salir de Estados Unidos para mostrar otros lugares del mundo en sus películas, y escoger este en particular hace resaltar al propio país, no sólo con la tradición pesquera, sino también con el consumo de las pastas y hasta la evidente popularidad de las motonetas para transportarse en los pueblos.
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Así como pasó con Coco y México, así ocurre con Luca e Italia, resaltando los valores de las personas en aquella región como la familia, la convivencia y la calidez. Un acierto que la apertura de historias no sólo se abra a ideas, sino también a otras regiones del mundo y a más cineastas, ya que un oriundo de Italia, Enrico Casarosa, fue el encargado de dirigir esta película que representa su ópera prima, así que vemos la visión de alguien más allá de Pete Docter (Intensamente) para llevar a la pantalla una historia animada.
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