La inclusión no debería estar sujeta a condiciones, y las distintas maneras de vivir de todos los seres vivientes deberían estar representadas en historias del cine comercial. Desde hace años, Disney ha prometido en repetidas ocasiones presentar un personaje principal queer, pero siempre se ha quedado en tibios intentos. Lo anterior puso mayor expectativa en Cruella, película dirigida por Craig Gillespie (Yo, Tonya) y protagonizada por las ganadoras del Oscar, Emma Stone y Emma Thompson. Su temática de una mujer aguerrida y determinada, en medio de su gusto por la moda fina, parecían ser el camino idóneo para una primera aproximación.
La comunidad LGBTQ+ lleva mucho tiempo esperando que la Casa del Ratón finalmente muestre un personaje digno que los represente en la pantalla grande, lo mismo prometieron en La Bella y la Bestia con LeFou de Josh Gad, pero la timidez del estudio orilló al personaje a revelar su orientación sexual durante unos segundos al final de la película. Otro ejemplo fue Star Wars: El ascenso de Skywalker, cinta que se supone abordaría honorablemente la diversidad en una de las franquicias más grandes de la historia, ¿qué sucedió? Un beso entre dos mujeres casi imperceptible, ya que los personajes (terciarios) se encontraban al fondo de la escena en medio de un tumulto… sí, al final de la historia y fuera de foco.
Por esta razón los reflectores de Cruella se pusieron rápidamente sobre Artie, quien fue interpretado por John McCrea, un actor abiertamente gay. Parecía que las cosas finalmente tomarían el curso adecuado; el gran problema surgió en cuanto la cinta avanzaba sin demora y el cómplice experto en moda seguía relegado a unas cuantas aportaciones y cada una de ellas sólo insinuaban fallidamente que era una persona queer. Podía notarse la intención, pero siempre se confundía entre los mismos diálogos sobre moda.
'Cruella': El toque mexicano de la película que pocos conocen
Disney
LA PRIMERA IMPRESIÓN DE ARTIE
El momento en el que estuvo más cercana la gran revelación, una que no tuviera rodeos, fue durante su primer encuentro con Cruella dentro de su tienda de moda. La icónica villana le preguntó cuál había sido su experiencia ante la sociedad al mostrar abiertamente su gusto por la moda.
Algunos insultos y abusos. Pero me gusta decir que 'normal' es el insulto más cruel de todos y al menos no me acusan de eso.
Disney
Es verdad que puede leerse el mensaje, se trata de una referencia a la constante homofobia, pero sigue sin ser claro y directo. El resto de la escena deambula entre comentarios de moda e incluso mutua admiración. "Mira, Cenicienta, tengo todo lo que una chica o chico puede desear", es un ejemplo de comentarios disfrazados por la moda glam rock de Artie y su referencia al legendario aspecto de David Bowie en sus estapas más andróginas, pero fuera de estas tibias aproximaciones, Disney fue lo más lejos que pudo aventurarse en temas de inclusión.
Todo esto nos hace preguntarnos cuánto tiempo deberá pasar para que surja un verdadero personaje principal capaz de representar la inclusión en los blockbusters más taquilleros de Disney. La casa del ratón ha ido evolucionando de a poco aunque, a veces, parecería que se queda estancada. La fórmula que incluye roles secundarios e inclusive terciarios seguirá rigiendo sus más grandes producciones y podemos elegir ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero ¿qué hará falta para que el agua desborde? Cruella, a pesar del desbordante trabajo actoral de Emma Stone y Emma Thompson, se quedó corto en temas de inclusión, a pesar de su autopromesa vanguardista.
