En la misma escena final de El baile de los 41, lo primero que le interesa saber a Ignacio (Alfonso Herrera) es el bienestar de su enamorado Evaristo Rivas (Emiliano Zurita), Amada (Mabel Cadena) le dice que falleció en Yucatán, donde el gobernador del Distrito Federal los envió para cumplir con un servicio militar obligatorio. Según Abigail, la pena no fue severa porque no había ley que castigara la indumentaria y la sodomía, y sólo fueron acusados por organizar un baile sin licencia y por injurias a la moral.
"Sí siguió la clandestinidad, pero los homosexuales ya no se sienten solos, sabían que hay más como ellos, se le da un sentido de colectividad, aunque negativo, se visibiliza, pero con consecuencias discriminatorias. Los enviados a Yucatán lo hicieron en compañía de otros criminales, como rateros, estos últimos tenían que aclarar que iban por ladrones y no por ser parte del grupo del baile. No se sabe qué pasó con los expulsados, los que se quedaron siguieron con su vida, pero más escondidos", aclaró. Aquí cabe señalar el nulo registro de la existencia de Evaristo en la historia real.
Su investigación arroja que el caso se trató con mano dura para mostrar la efectividad de las autoridades policíacas, sin embargo, se dice que algunos quedaron en libertad al ofrecer una mordida, mientras que los pobres fueron severamente castigados. La represión aumentó, las redadas se volvieron más frecuentes; los chantajes, las golpizas, torturas y detenciones arbitrarias. "Ellos no tenían abogados, ni juicios, todo estaba determinado por la subjetividad de la sociedad", apuntó.
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¿FUE IGNACIO DE LA TORRE VIOLADO POR ZAPATISTAS?
Antes de que Porfirio Díaz (Fernando Becerril en el filme) saliera exiliado a París en 1911, producto de los inicios de la Revolución Mexicana, se implementó un tratamiento y pusieron en marcha conocimientos psiquiátricos para tratar a los homosexuales, pese a que éste comenzó de forma tardía se extendió su aplicación en tiempos revolucionarios y fue el Dr. Agustín Torres quien representó estos estudios, ejecutándolo en el famoso hospital psiquiátrico La Castañeda, explicó la fuente.
De la Torre, después de ser salvado por el presidente, se queda en México y emprende acciones en contra de Francisco I. Madero, es encarcelado por Venustiano Carranza en Lecumberri y rescatado por Emiliano Zapata, a quien ya conocía al ser caballerango en uno de sus ranchos antes de su detención. "Se sabe que Emiliano Zapata trabajó con Ignacio de la Torre en uno de sus ranchos y de ahí parten rumores: el primero es que mantuvieron una relación, el segundo es que Zapata justamente renunció por los acercamientos de Ignacio, remarcando su homofobia", contó, haciendo hincapié que estas teorías no están confirmadas y forman parte de los mitos que rodean la sexualidad del caudillo del sur.
Al respecto, Ricardo Orozco, en la novela biográfica Álbum de Amada Díaz, relata que ella los veía en pleno revolcón en las caballerizas. Otros rumores apuntan a que Emiliano Zapata, tras liberarlo, lo obligó a servirle a sus tropas y al descubrir sus preferencias sexuales lo obligaron a vestirse de mujer, atenderlos y varias veces lo violaron, situación que lo orilló a escapar de México; además de una supuesta orden de aprehensión en su contra por parte de Venustiano Carranza, con destino a Estados Unidos, donde falleció en 1918. Amada, una mujer que vistió elegantemente, vivió hasta los 95 años y murió en 1962.
Estas son algunas de las consecuencias que hubo en la vida real a raíz de los hechos de El baile de los 41, uno de los eventos que marcaron a México hace más de 100 años.
