Como todas las películas, Nadie también tiene algunos puntos en los que flaquea, a pesar de los esfuerzos que se hicieron para hacer una película lo más entretenida posible. Antes de pasar a estos detalles hay que mencionar que Derek Kolstad es el escritor de la cinta, el mismo que estuvo detrás del libreto de John Wick y sus dos secuelas, por lo que había experiencia para generar un nuevo título repletos de golpes.
UNA HISTORIA INCONSISTENTE EN ‘NADIE’
Uno de los problemas de Nadie radica en su historia. Es verdad que para este tipo de películas de acción lo que buscas es ver las escenas de enfrentamientos, por lo que la parte dramática es relegada normalmente. Para esta cinta la motivación que lleva a Hutch (Bob Odenkirk) a hacer cosas que no quería es entendible parcialmente, pues el camino que toma para llegar hasta el punto de querer venganza tiene varias inconsistencias.
Sin entrar en detalles para evitar spoilers, la trama poco a poco va cambiando nuestra perspectiva del protagonista, por lo que al principio de la cinta es literalmente un don nadie, pero conforme avanza te das cuenta que había varias cosas bien escondidas en su persona. Esto te hace cuestionar principalmente una secuencia en el primer acto, restándole cierto encanto a lo que estás viendo. Quizá había caminos más sólidos para armar el rompecabezas de la historia, pero de repente le quieren meter tanto misterio que resulta innecesario y hasta contradictorio.
'Nadie': Bob Odenkirk casi irreconocible en las primeras imágenes de la película de acciónUN VILLANO ENDEBLE EN ‘NADIE’
Como mencionamos, un líder de la mafia ruso de nombre Yulian Kuznetsov (Aleksey Serebryakov) es el antagonista de Nadie. El problema es que, con todo y el título y el poder que posee, es endeble y poco confiable. Es un hombre un tanto excéntrico, pero también despreocupado por su labor, algo que le cobra factura. La cosa es que en la película lo pintan como alguien de poca paciencia y muy peligroso, pero cuando Hutch se entromete en sus asuntos, varias cosas dejan mucho qué desear.
Es verdad que muchas veces la excusa de las películas de acción es llevar a, prácticamente, un ejército entero ante el protagonista para orillarlo al punto máximo de su ira pero, aun así, tener a un villano que inspire respeto y miedo es un ingrediente que se agradece y en el caso de Nadie no se cumple totalmente con este punto, ya que incluso su grupo de villanos luce ineficiente o torpe en algunos casos.
En conclusión, Nadie es una buena opción para los amantes de las películas de acción, que presenta a un Bob Odenkirk diferente al que conocimos en televisión. Tiene puntos que pudieron desarrollarse mejor, aunque es innegable que, de ser un éxito, podría ser el inicio de una franquicia. No obstante, tendrán que encontrar más motivaciones para hacer que el instinto rudo del protagonista vuelva a salir.