El Padre, película dirigida por Florian Zeller y protagonizada por Anthony Hopkins logró mantenernos al filo de nuestra butaca en la cruzada por armar el rompecabezas que nos presentaba. Es por eso que, en Sensacine México, nos hemos dado a la tarea de desmenuzar el intigrante y desconsolador final, aprovechando que está siendo uno de los contenidos más vistos en Netflix.
La película culmina con Olivia Colman dejando a Anthony Hopkins en el instituto mental, a causa de su demencia, la cual se encuentra en un punto ya incontrolable. En la última escena de la película, la salud mental del personaje de Anthony Hopkins está tan deteriorada que no recuerda ni quién es y pide desconsoladamente encontrarse con su madre.
Es en esta escena de la película que todo el rompecabezas toma sentido. Las confusiones a las que habíamos sido sometidos por parte del director son explicadas: los intercambios repentinos entre Olivia Williams y Olivia Colam se dieron en primer lugar porque Anthony no distinguía entre quién era su hija y quién era su enfermera, asimismo se nos da a entender que los dos hombres que aparecían en el departamento de Anthony eran el esposo de Olivia y el cuidador del instituto mental al que veía todos los días. De igual manera se nos revela que la cuidadora nueva, interpretada por Emogen Puts, tomaba la forma de la hija de Anthony en su mente, pues ésta había fallecido en un accidente.
El set fue construido por el director y el departamento de diseño de producción de una manera muy inteligente porque utiliza las mismas locaciones para situarnos en el departamento de Olivia, de Anthony y la institución mental; esto como si fuera el propio laberinto en el que está sumergido Anthony Hopkins a causa de la demencia y de que no puede distinguir un lugar de otro.
La forma en que podemos diferenciar entre cuál es la realidad y qué es una cosa imaginada por Anthony es dependiendo del punto de vista que experimentemos. Por ejemplo, cuando estamos en los zapatos de Anthony pasado, presente y futuro están mezclados, pero cuando vemos la perspectiva de Olivia Colman todo cobra sentido: su padre sufre demencia, esconde constantemente su pertenencias y dice que fue robado, además de que conocemos los rostros de los personajes reales.
Obviamente tenemos que hacer un espacio para hablar sobre la fantasía de Olivia Colman. En esta escena cambiamos de perspectiva y vemos cómo Anthony es asesinado a manos de su propia hija. La primera lectura que elaboramos de lo que nos presentan es que esta secuencia es el resultado del cansancio por parte de su hija, pues no parece ser fácil convivir con Anthony. Sin embargo, esto también puede ser producto de la propia paranoia del personaje de Anthony de sentir que su hija quiere matarlo.
Es normal que mientras más avanzamos en la película menos entendemos lo que está pasando, esto no es indicador de que no seamos los suficientemente listos para entenderla, sino de que la estamos experimentando tal como lo tenía planeado el director, pues en varias entrevistas ha dicho que su principal objetivo era que el espectador experimentara lo que siente una persona que sufre demencia. Es decir, quería que sintiéramos cómo es no reconocer el espacio que te rodea, mezclar los rostros de las personas y no saber cuánto tiempo ha pasado desde que nos levantamos de la cama. Así que cuando nos rendimos ante los que estamos viendo y dejamos de buscarle sentido, por fin podemos unir las piezas del rompecabezas.